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El Cardenal, el MAS y la democracia

El Cardenal, el MAS y la democracia

martes 09 de diciembre de 2008, 15:45h

Si bien no se puede culpar a la generación nacida en democracia hoy son la mayoría por su ignorancia acerca de las dictaduras militares y de la lucha por el establecimiento del régimen democrático, ni la edad ni la ignorancia son excusa para los políticos, autoridades y representantes nacionales que se llenan la boca de discursos de democracia y, sin embargo, no saben reconocer a personas e instituciones que contribuyeron no sólo a establecer la democracia, a construirla y a ampliarla, sino que en ese proceso contribuyeron a salvar vidas de bolivianos y bolivianas que se enfrentaron al uso autoritario del poder.

Los "padres" de la patria, y especialmente el presidente "Padre" Evo Morales, deberían revisar la historia para repartir adecuadamente las culpas y reconocer a quiénes les tocan los laureles.

Para nada más recordar: después de truncada la Revolución Nacional de 1952 -el principal proceso de democratización social de la historia- con el golpe de René Barrientos Ortuño en 1964, el entonces arzobispo de Oruro Julio Terrazas fue quien instruyó a Gregorio Iriarte ayudar a escapar de la represión gubernamental a Federico Escóbar Zapata, el "Macho Moreno" encargado del Control Obrero. Así fue. El gobierno del MAS le puso el nombre de Federico Escóbar Zapata al D.S. 29026 de Nacionalización de la Empresa Metalúrgica de Vinto, pero le falta el respeto al cardenal Terrazas, quien le salvó la vida al dirigente minero cuando Evo Morales tenía apenas cinco años de edad.

Más adelante, fue el mismo arzobispo Julio Terrazas quien ordena abrir todas las iglesias de Oruro para dar asilo a los mineros de Catavi, Siglo XX, Huanuni, Colquiri, San José… y a los perseguidos de Ñancahuazú. Más de 500 valiosas vidas fueron salvadas, entre ellas, la de uno de los dirigentes mineros que más contribuyó a la construcción del "instrumento político": Filemón Escóbar se refugió en la iglesia Pío XII y salvó la vida, otra vez gracias a la instrucción del actual Cardenal.

En 1977, cuatro mujeres mineras decidieron entrar en huelga de hambre pidiendo al dictador Banzer "democracia, amnistía y elecciones generales". Fue otra vez el arzobispo de Oruro Julio Terrazas quien le pidió al entonces Arzobispo de La Paz que acoja a las huelguistas. Quince días después, fue nuevamente Julio Terrazas quien instruye que se abran todas las parroquias para dar cobijo a miles de huelguistas de hambre que pedían democracia.

El cardenal Terrazas es uno de los constructores de esta democracia y merece respeto no sólo por ser autoridad eclesiástica en un pueblo de católicos, sino porque luchó por esta democracia que ha hecho posible que cualquiera llegue al poder. Algunos deberían lavarse la boca y leer un poco de historia, antes de hablar de democracia.

En 1991, Álvaro García Linera empezó a volar sus primeros poliductos con el EGTK y en el 2005 la justicia lo dejó libre de sospecha luego de que el Juzgado Segundo de Partido en lo Penal Liquidador determinara extinguir el juicio por prescripción; el mismo año llegó a la Vicepresidencia. En 1992, Evo Morales participó de la Asamblea de los Pueblos Originarios, en 1996 presidía a las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, en 1997 llegó a ser Diputado Nacional y en el 2005, a la Presidencia.

Nada de ello hubiera sucedido sin la democracia.

La autora es analista política.

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