La capital del Beni a punto de ser evacuada por amenaza de inundación

San Isidro era una comunidad cruceña con ocho familias y una escuelita. Sus habitantes vivían del cultivo agropecuario de subsistencia, de la soya y el sésamo. Ahora el lugar, a 165 kilómetros al norte de la capital oriental, está bajo el agua luego de que el Río Grande se desbordara y cambiara su curso, lo que además afectó a seis pueblos y amenaza a otros tantos.

Según el periodista del diario El Norte de Montero Juan Carlos Fernández, las aguas tienen una crecida de cuatro metros y para llegar al lugar se necesita navegar en lancha unas tres horas por medio de plantaciones de soya.

El aumento de las aguas en San Isidro (perteneciente al municipio de San Julián, en el límite entre las provincias Santiesteban y Ñuflo de Chávez) empezó desde el lunes, lo que dio tiempo a los comunarios a buscar refugio; sin embargo, Carlos Martínez (35) no logró escapar. Ayer fue rescatado, luego de dos días de estar atrapado y no probar bocado, por los voluntarios del grupo Funsar de Santa Cruz, entidad de búsqueda y salvataje similar al SAR.

La fuerza fue tal que el río se abrió paso por la tierra y creó otro cauce. Ahora, el 40 por ciento del caudal fluye por el antiguo curso y el resto, por el nuevo, según informó Fernández, que ayer estuvo en el lugar junto con un fotógrafo del diario El Deber.

Algunos damnificados informaron que hay 10 mil hectáreas de soya bajo el agua y al menos 200 familias de seis comunidades (entre ellas Bolívar, El Carmen y La Isla) afectadas.

Las víctimas comentaron que en La Isla hay tractores, camionetas y maquinaria agrícola enterrada bajo el lodo y con el agua “en una altura considerable”.

El presidente de la República, Evo Morales, señaló que es posible que las inundaciones rebasen el anillo, y según la jefa de la Unidad de Riesgos de la Prefectura del Beni, Claudia Algarañaz, las aguas están a 40 centímetros de superar el tope.

“Hemos instruido a las autoridades correspondientes hacer un plan para poder evacuar Trinidad, porque si el agua pasa la circunvalación toda Trinidad se inundaría, se lo llevaría. Y ni con bombas se podría resolver ese problema”, dijo Morales. “Estamos movilizados para salvar vidas. La primera etapa ha sido la ayuda humanitaria y la segunda será cómo atender las pérdidas en ganadería o en agricultura”.

El director de Defensa Civil, general Gonzalo Lora, informó que ayer un grupo de expertos de la Naval evaluó el estado del dique. “Están haciendo (los especialistas) la exploración técnica para ver la resistencia de las estructuras del anillo periférico y tomar las previsiones del caso”.

Agregó que hay desniveles en la estructura del anillo, por lo que en algunas partes el agua está a más de medio metro de alcanzar su límite. “No puede subir más que esa altura. Sin embargo, estamos preparados, tenemos bolsas de tierra para elevar la altura del dique. En algunas pueden darse problemas, pero tenemos gente disponible, y si se tiene que poner a todo el personal del departamento para reforzar los defensivos, se lo va a hacer”.

El prefecto de Beni, Ernesto Suárez, no descartó la posibilidad de que las aguas rebasen la zanja de protección, aunque agregó que en los puntos más críticos hay un margen de 66 centímetros para la crecida de agua.

Dijo que en caso de una “evacuación masiva” de Trinidad se necesitarán botes, tractores y camiones, y que posteriormente faltarán equipos, especialmente carpas y letrinas.

Morales dijo que se dispusieron unos 15 millones de dólares para atender las demandas y está previsto conseguir otros 20 millones para paliar las pérdidas del oriente y el altiplano.

El Ejecutivo recibió ayer la donación de más de 240 toneladas de alimentos y vituallas del Gobierno español. El 40 por ciento de estos insumos beneficiará a Santa Cruz y el resto, a Beni, donde las provincias afectadas aumentaron de tres a cinco.

“Marbán, Moxos, Cercado, Iténez y Yacuma, que es la quinta provincia donde se está extendiendo de a poco. El agua —informó el general Lora— luego va a salir por Vaca Díez, que es la provincia que está más al norte, va a internarse a Pando y se irá por el Brasil”.

En todo el país hay más de 72 mil familias afectadas, de las cuales 16.500 se encuentran en el departamento de Beni, según Defensa Civil.

El Centro Operativo de Emergencia Nacional (COEN) consiguió pontones para rescatar a la gente damnificada y al ganado varado en las inundaciones.

“Se tiene deslizadores y lanchas rápidas —informó Lora— que permiten ver la situación del ganado y se los saca como se puede, de a 20 ó 30. Las distancias que hay que recorrer para las evacuaciones son variadas y depende, lógicamente se trata de las provincias más al sur del departamento”.

Agregó que los próximos días las prioridades en el trabajo de cooperación estarán orientadas a la atención alimentaria, aunque son cuatro las demandas principales en estas situaciones.

“Primero que tengan un techo, tenemos a muchos de ellos bajo carpas. Luego, garantizar la atención alimentaria, parece que, gracias a Dios, vamos a tener comida. Después, agua, que gracias a los argentinos nos han llegado unos potabilizadores que vamos a poder utilizar para apoyar la emergencia. Finalmente, medicina, o sea que no le falte atención médica a la gente”.

La tarde de ayer el COEN emprendió un operativo de rescate y entrega de alimentos y vituallas. El vicepresidente Álvaro García Linera se desplazó en lancha por diversos sitios y distribuyó vituallas.

El meteorólogo Víctor Pérez, del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), informó de que hoy y mañana Beni y el norte paceño tendrán chubascos y tormentas, mientras que el miércoles se prevén lluvias con relámpagos.