La 'ocurrencia' de Moscoso ha hecho mucha gracia a todos los diputados y senadores socialistas, así como a los trabajadores del grupo que también han recibido la invitación a la cena. Incluso el propio
Bono la ha aceptado con humor consciente de que últimamente no da una con sus compañeros de escaño. La última que se le recuerda es llamarles 'cariñosamente' 'hijos de puta' durante una conversación informal que mantenía con diputados de otros grupos.
