Bush defiende su legado en seguridad nacional

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, defendió este miércoles su historial en materia de seguridad nacional al recordar que desde los ataques del 11 de septiembre de 2001 no se han vuelto a perpetrar atentados en suelo estadounidense.

En un discurso en la Escuela de Guerra del Ejército de EEUU, en Carlisle, en Pensilvania, Bush afirmó que tras aquellos atentados, en los que murieron casi 3.000 personas, su Gobierno transformó "de manera fundamental nuestra estrategia para proteger al pueblo estadounidense".

En esa reforma, explicó, se lanzó "la mayor reorganización del Gobierno federal desde el comienzo de la Guerra Fría" y "una campaña global para combatir a los terroristas en el exterior, para desmantelar sus redes, para cortar su financiación y para encontrar a sus líderes y llevarles ante la Justicia".

El discurso de Bush forma parte de una serie hecha en las últimas semanas para defender su legado, cuando le resta poco más de un mes para abandonar el cargo, el próximo 20 de enero, y ceder la Presidencia a Barack Obama.

"Aunque cabe mantener un debate honesto y sano sobre las decisiones que tomé -y hay mucho debate- no se pueden debatir los resultados a la hora de mantener a Estados Unidos sano y salvo", declaró el presidente saliente.
"Aquí, en el territorio nacional, hemos impedido numerosos atentados terroristas", declaró.

Entre los planes desarticulados citó un proyecto para derribar el principal rascacielos en Los Ángeles o hacer saltar por los aires los depósitos de combustible del aeropuerto mayor de Nueva York, el John F. Kennedy.
"Nunca sabremos cuántas vidas se salvaron, pero sí sabemos esto: desde el 11-S no se ha producido otro atentado en territorio estadounidense", sostuvo Bush.

En las últimas semanas, el mandatario saliente ha defendido su legado en aspectos como su política en Oriente Medio, las guerras en Irak y Afganistán o su programa de fondos para la lucha contra el sida.