El jefe de la Policía de Alcalá exculpa al agente imputado

Castillo estimó que el homicidio "fue un hecho bastante triste y desafortunado", al tiempo que recordó que "el policía ha sido imputado y prestó declaración el viernes", pero salió del juzgado "sin ningún tipo de fianza y en este momento no está procesado".

Informó de que la situación administrativa del agente de policía local "es la de cualquier otro funcionario en España en su situación. Se le ha abierto un expediente disciplinario que no se cerrará hasta que la resolución judicial sea firme".

Ratificó que el agente se encuentra "en activo, pero en estos momentos está en situación de baja laboral" y opinó que su estado de salud "imagino que tendrá una relación totalmente directa con la presión que se ha producido tras los hechos".

El agente de Policía Local declaró el pasado viernes ante el juzgado de Instrucción número 9 de Alcalá de Henares como imputado, a petición de la viuda y del ministerio fiscal, por un presunto delito de "denegación de auxilio y de omisión del deber de perseguir determinados delitos".

La viuda, Bianca Grancea, y testigos del homicidio han declarado ante el juzgado -según informaron los abogados de la primera- que "el policía local, situado en la puerta del Ayuntamiento, presenció la agresión y, a pesar de los gritos de socorro de la viuda y de la víctima pidiendo ayuda al policía, éste no se acercó ni hizo nada por detener a los agresores o defender al agredido".

El agente, como ratificó en su día el Ayuntamiento, sí habría realizado una llamada telefónica a sus compañeros de policía local, lo que, según dijo en las primeras horas el gobierno municipal, "se ajusta al reglamento".

Por otra parte, el comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Jesús Figón, presente también en la rueda de prensa, aseguró que actuarán "con la máxima diligencia en todo lo que ordene el juzgado y sirva para esclarecer los hechos", en relación a la petición realizada por la jueza para la realización de una reconstrucción infográfica del suceso que conmocionó Alcalá de Henares el día 1 de enero.

Ese día, en torno a las 7.00 horas, el vigilante jurado fallecía tras ser apuñalado presuntamente por el joven Francisco Javier Arteaga de la Calle, que le agredió cuando se encontraba en compañía de su novia y varios amigos, porque el vigilante, que carecía de permiso y contrato de trabajo, se negó a dejarles patinar en la pista de hielo que se encontraba cerrada.

El comisario ha matizado que, "mientras que el poder judicial no decida lo contrario", el grupo de acompañantes del agresor "son testigos, no imputados".