La cuenta atrás

Cuando escribo este artículo quedan tres días para que acabe el 2008, un año bisiesto preñado de cosas malas y algunas buenas que, como es habitual, los visionarios y echadores de cartas fueron incapaces de prever.

En estas fechas regresan a sus vaticinios los que, sin ser de fiar, cobran por adivinar el futuro y una vez más el visionario Zapatero, un hombre acostumbrado a prever lo que va a pasar y a olvidarse de sus previsiones en el mismo instante en el que la realidad demuestra que estaba equivocado, ha decidido hacerle la competencia a Aramis Fuster y Rappel. Según el Presidente ya no será en el primer semestre del 2009 sino en el segundo cuando las cosas empiecen a ir mejor, y si no fuese por lo dramático de la situación sonaría a chiste de mal gusto.

Es el momento de los profesionales serios y no de los cantamañanas o cuenta cuentos. Cualquiera es capaz de describir un problema pero solo los que tienen madera de líderes son capaces de encontrar la solución.

Ha empezado la cuenta atrás de ir a peor y es el momento de empezar a pensar cómo ir a mejor. En esta etapa sobran los agoreros alarmistas tanto como los mentirosos optimistas y por eso toca ahora buscarse la vida de la mejor forma posible  para que no dependamos de quienes no saben como ayudarnos a mejorar.

Apretarse el cinturón, administrar mejor los recursos que tengamos e imaginar soluciones para ver cómo podemos salir mejor de esta crisis es lo que nos toca hacer a cada uno de nosotros.

Hay un sector de la población que necesita que el Estado de ocupe de ella, pero quienes podemos y sabemos hacer algo debemos hacerlo sin esperar ningún tipo de subsidio de un gobierno que al que solo se le ocurre tapar huecos de mala manera.