Fallo de todos

Seis horas tardaron en habilitar las pistas de Barajas y algo más retrasó la Ministra de Fomento su comparecencia ante los medios. Y, lejos de pedir excusas o de admitir responsabilidades, Magdalena Álvarez creaba una “cadena de errores” que es una forma como otra cualquiera de pasar el marrón a la Comunidad, al Ayuntamiento o a la Agencia Nacional de Meteorología.

Si admitimos esa cadena entonces el Ministerio de Fomento tiene la mayor parte, es aquello de que cuando el bosque se quema “algo suyo se quema… (señor conde)”. La titular de Fomento, organismo encargado de vigilar nuestras comunicaciones, es la máxima responsable de esta cadena de tribulaciones que, de momento, no ha terminado puesto que durante este mes puede volver a nevar.

Madrid es una ciudad atrapada cuando la temperatura baja de cero grados, entonces se hace impensable imaginar una ciudad olímpica, o una capital de primera división. Miles de conductores atascados son la demostración de que Madrid es un laberinto cuando las cosas se ponen cuesta arriba y con patines.

Al ciudadano no le interesa tanto que el fallo haya sido “de todos”, como dice Magdalena Álvarez, sino que no se vuelva a repetir esta cadena de errores que también son “horrores”. Pero nada nos garantiza que este “viernes negro” no se pueda repetir cualquier otro día. Unos copos de nieve nos han dejado una falta de coordinación institucional preocupante, y la trampa de que cuanto peor mejor para todos.