Casi un catorce por ciento de parados

  Finalmente, y según estaba previsto y anunciado, a las nueve de la mañana de este viernes se dieron a conocer los datos de la EPA, Encuesta de Población Activa, correspondientes al último trimestre del año pasado, y que sitúan el número de parados, según este procedimiento de medición que se emplea en toda la Unión Europea, en 3.207.000, es decir, 3 millones, doscientas siete mil personas sin trabajo.  Es un dato bastante similar al que proporcionó hace unos días la otra medición, la del ministerio de Trabajo, y que había registrado un crecimiento de casi un millón de parados durante 2008, hasta superar los tres millones, y dejar abierta la posibilidad de que, a ese mismo ritmo, se llegarían a alcanzar los cuatro millones a finales de 2009. Según la EPA del cuarto trimestre de 2008, en el referido año el número de parados aumentó en 1.280.000, un 66 por 100 más, y se ha situado en el 13,9 por 100 de la población activa, por encima de cualquier porcentaje de los últimos nueve años. En esos tres últimos meses  de 2008 se incrementó el número de parados en 480.000 más.

   Con toda probabilidad, es el dato de mayor preocupación y de mayor gravedad de los que viene deparando la crisis. Ninguna otra tragedia es comparable a la tragedia de quedarse sin empleo, y consiguientemente, en un plazo breve de tiempo, sin ingresos  con los que afrontar los gastos de supervivencia. De manera que, según nos había anticipado la otra medición, del ministerio de trabajo, esta EPA, que "sólo" es una encuesta sobre la población activa, indica con toda claridad que ya  se ha rebasado el tope de los tres millones, y que caminamos, si nada lo impidiera en los  meses siguientes, a los cuatro millones antes de acabar el presente año 2009. En efecto, los datos de crecimiento del paro en 2008, 1.280.000,permiten calcular que se destruyen del orden de 106.000 parados por mes, aproximadamente, lo que pudiera elevar los 3,2 millones actuales a los cuatro en apenas ocho meses, es decir, para, aproximadamente, el mes de octubre o noviembre próximos...

   Todo ello, claro está, si antes no se produce alguna modificación en la tendencia, que es lo que espera y en lo que confía el Gobierno, ya sea por la eficacia de las medidas adoptadas o bien por la inercia que pudieran producir otras medidas exteriores, como los planes de rescate que han decidido o están a punto de hacerlo otros responsables de economías nacionales, como Obama, Merkel, Sarkozy o Brown... Posiblemente la conjunción d e los esfuerzos de todos pudieran empezar a modificar esa tendencia actual a la recesión y al paro crecientes, como efectos directos de la crisis que empezó a comprobarse con toda virulencia a mediados del año pasado. En nuestro país, se confía particularmente en dos decisiones adoptadas por el gobierno: La obras públicas que realizará el Estado en las semanas siguientes, por un total de 33.000 millones de euros, y las que ejecuten los ayuntamientos con los ocho mil millones presupuestados al efecto. El presidente zapatero ha expresado su confianza en que esas obras empezarán a suponer creación de puestos de trabajo desde marzo o abril próximos...