Hasta catorce horas sin fluido eléctrico (sin ADSL, sin luz y sin calefacción) estuvo todo el ayuntamiento de O Saviñao (Lugo), con Unión Fenosa en fase de “no sabe/no contesta”. El municipio es ribereño del embalse de Belesar (el tercero en capacidad de España) y su parque de transformadores, del que arrancan líneas de alta y media tensión está a menos de cinco kilómetros en línea recta de Escairón, la capital municipal. Incomodidad y atención tercermundista, superable, aunque con un evidente malestar de los vecinos que coinciden con José Antonio Quiroga, (concejal socialista al que los técnicos de Unión Fenosa le colgaron agriamente el teléfono) que “en Galicia no hay ciclones tropicales, pero sí que, en determinadas épocas pueden venir temporales duros, tanto en la mar como en tierra y parece que Fenosa no se entera a la hora de mantener sus líneas en condiciones”.
No es una tragedia comparable a la muerte de un sargento de la Guardia Civil de Tráfico, cuyo nombre aún no se ha hecho público, en el municipio de Burela, en la costa lucense. A las 04:30 de hoy, el sargento se encontraba participando en un dispositivo de ayuda y acondicionamiento viario, retirando ramas caídas sobre la carretera, cuando un árbol arrancado por el viento (152 km por hora tenía la ráfaga) le cayó encima, aplastándolo contra el asfalto, muriendo casi en el acto.
Carreteras cortadas, tejados volando por los aires, ferrocarriles parados durante las horas de más virulencia del temporal, miedo a coger el coche y la constatación ciudadana de que, por mucho que digan y prometan los presidenciables [Núñez Feijóo fue conselleiro de Política Territorial en la última Xunta presidida por Fraga] las infraestructuras básicas siguen siendo de pena. Queda mucho por avanzar en ello y los políticos, más que predicar, deberían dar trigo. Y, entre otras cosas, obligar a las empresas eléctricas y a las concesionarias de autopistas a realizar las obras de mantenimiento a las que están obligadas por ley. Es lo que Fernando Blanco, conselleiro de Industria, vino a decir en su rueda de prensa. En esta ocasión, Blanco abandonó el tono triunfalista del que había hecho gala el día anterior, para ser más consciente de los fallos de su departamento, aunque fiel a las tesis del BNG, aprovechó para cargar contra las empresas responsables.
Amarre de pesqueros
A la conselleira de Pesca, la socialista Carmen Gallego, le ha faltado tiempo para –en clave decididamente electoralista—para recordar que por las condiciones climatológicas adversas desde el pasado 18 de enero en Galicia, especialmente en las costas, todos los subscriptores del seguro de mal tiempo (afecta a 216 barcos pesqueros de diferente porte) puedan solicitarla correspondiente indemnización por no salir a la mar. Lo recordó su departamento ayer viernes y lo vuelve a recordar hoy sábado en su página web el PSdeG-PSOE.
Esta medida fue puesta en marcha por la Consellería de Pesca y Asuntos Marítimos, en el año 2007, con el objetivo de que el sector pesquero reciba compensación en el caso e paralización y pérdida de producción cuando la situación meteorológica es adversa. Explica Gallego que: “el seguro de mal tiempo es una iniciativa única a nivel nacional e internacional”.
El programa de Gobierno del PSdeG-PSOE
Este mediodía, Emilio Pérez Touriño recordó que “Galicia sólo volverá a crecer con intensidad cuando lo consiga España” y señaló, en este mismo sentido que “saldremos juntos de la crisis, saldremos en red de la crisis”.
El secretario general del PSdeG-PSOE y candidato a la reelección como presidente de la Xunta de Galicia presentó el Programa de Gobierno con el que su partido concurre a las elecciones del 1 de marzo, abundando en que está diseñado “para una mayoría social, para una Galicia que confía, para una Galicia que sabe que todos juntos vamos a construir el futuro”. Parte de las propuestas del programa las ha ido desgranando previamente el presidenciable socialista en encuentros sectoriales. El programa como tal aún no ha sido distribuido a los medios de comunicación, pero las grandes líneas maestras del mismo son las que glosó Touriño en el acto de presentación en el compostelano Pabellón Multiusos del Sar.
En este sentido apuntó medidas que fueron puestas en marcha desde el primer día por el Gobierno gallego para la protección de las empresas (2.000 millones de euros), la ayuda a las familias a pagar sus hipotecas, para proteger al más débil, a quien puede estar en riesgo de perder su trabajo. Así mismo comprometió un programa extraordinario de licitación pública: "habilitaremos –dijo-- 30 millones de metros cuadrados de suelo industrial y 9 millones de metros cuadrados para vivienda protegida para nuestros jóvenes".
Pérez Touriño recordó que antes de que llegara el cambio y cuando los demás pedían derechos, “aquí los gobiernos del PP pidieron favores y subsidios para esta comunidad". "Pero llegó el cambio en Galicia –añadió -- que consiste en hacer lo que nunca se hiciera: apostar por la innovación, por la preparación de los ciudadanos, gestionar con rigor y eficacia el país para poder competir con cualquier espacio del mundo y dar las mismas oportunidades a todos los ciudadanos”. Para rematar diciendo que “el cambio es la igualdad sin discriminación".
Por último, en el acto de presentación del programa, Touriño dijo: "cumplimos con la palabra dada [en referencia al programa de 2005] y volveremos a cumplir con la palabra dada hoy". Para concluir afirmando que: “los próximos cuatro años serán decisivos para nuestro avance. Vamos a poner rumbo hacia la recuperación de la economía, continuar con el cambio político y a darle más fuerza a Galicia. Tenemos un gran país, somos un gran país y lo hemos de conseguir entre todas y entre todos”.
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