Isidre Fainé no descarta una gran depresión económica a nivel mundial

   Estas medidas consisten, según el Presidente de La Caixa, en intervenciones públicas coordinadas: aumento de la garantia de depósitos, inyección de liquidez al sistema mediante créditos del Banco Central Europeo, la adquisición de activos y la garantia pública en emisiones de obligaciones y derivados, es decir, en endeudamiento. Asimismo, Fainé cree necesaria la reordenación del sector financiero con apoyo público a través de recapitalizaciones, y la garantía de recuperación de pérdidas potenciales.

   Considera Isidre Fainé que, aunque son necesarias medidas fiscales, estas deben ser limitadas porque "no se puede sostener déficits como el de los Estados unidos, del 12% del Producto Interior Bruto, Gran Bretaña, del 8,8% o Francia, del 5,4%. En este sentido y como ejemplo comparativo positivo ha puesto de manifiesto la política de Alemania al respecto, con un déficit que legará al 2,9%".

   En cuanto a la política monetaria Fainé se muestra partidario del recorte de tipos de interés pero avisando que va a producir "un GAP bancario". Es decir un desfase provocado por la retribución de depósitos de acordes con los viejos tiempos de tipos altos y unos tipos mucho mas reducidos, tal y como está ocurriendo en estos momentos. Fainé cree que "es muy probable que el Banco Central Europeo bajará los tipos oficiales por debajo del 2%" pero recordando que "hay un límite. Y el suelo en banca europea estaría entre el 0,5% y el 1%. De ahi no es conveniente pasar".

   En cuanto a la morosidad bancaria, aún recordando que "es alto a tener en cuenta y que va a ser una de las tendencias del negocio que habrá que vigilar estrechamente", Fainé ha efectuado una reflexión positiva señalando que "La morosidad de la garantía hipotecaria acaba, en un porcentaje cercano al cien por cien por recuperarse mientras que la de las otras garantias también se recupera en sus dos terceras partes".

   Isidre Fainé ha dejado claro también, que la mayoría de las medidas financieras adoptadas por el Gobierno, "no van a suponer costo alguno para el Producto Interior Bruto", mientras que otras como las de las ayudas a los ayuntamientos para crear puestos de trabajo "tienen un coste fiscal que se puede asumir en los tiempos actuales".

    En resumen. Sin restar importancia y advirtiendo de manera diáfana de lo que puede pasar si no se actúa, Fainé ha querido desdramatizar la situación. Estamos mal, pero no tan mal si tenemos en cuenta de que "esta situación puede suponer una oportunidad para corregir desequilibrios de los que nos habíamos olvidado por la bonanza económica en que hemos vivido en la ultima década".