Según la documentación oficial a la que tuvo acceso La Prensa, los funcionarios fueron nombrados en la petrolera estatal por el único mérito de ser militantes del partido gobernante y haber logrado un “aval político” de parte de dirigentes de esta agrupación. Se trata de que cada tres meses para la realización de “trabajos técnicos”. Desde Venezuela —donde se desempeña como encargado de Negocios en la Embajada de Bolivia—, Jorge Alvarado negó que estos funcionarios hubieran sido contratados en razón de su militancia política, y aseguró que “se realizaron convocatorias públicas con requisitos específicos, debido a que —en ese momento— se requería de personal para que arranque YPFB”. El caso se suma al escándalo desatado por la detección de una red de tráfico de avales que se vendían para acceder a cargos en la administración pública. Uno de los avales al que accedió La Prensa señala que Amílcar Luis Vásquez García es militante del MAS con certificado entregado en la regional de Oruro, y fue designado en YPFB.
El Deber de Santa Cruz, en la misma línea ratifica las denuncias de que a través de La Prensa se accedió a documentación oficial que pone en evidencia la supuesta designación de 36 funcionarios en cargos técnicos de Yacimientos con avales emitidos por el MAS. Entre junio y agosto del año pasado, 36 personas fueron contratadas por YPFB con la simple recomendación de dirigentes masistas, según la versión de La Prensa. El acto, que compromete la gestión del ex presidente de la estatal petrolera, Jorge Alvarado, abre nuevas dudas y se suma a las denuncias de la presunta existencia de ‘favores políticos’. Desde Venezuela, Alvarado dijo que hubo convocatorias públicas para ocupar los cargos.
Opinión de Cochabamba refleja que este lunes, se empezó a ver en Cochabamba la falta de gas licuado de petróleo, con el peregrinaje de los consumidores, con su garrafa a cuestas en varias zonas de la ciudad. Situación que desde hace varios días antes, también, se vive en La Paz, El alto y Oruro. Ayer, se observó una larga fila de compradores en puertas de la Refinería Gualberto Villarroel, en Valle Hermoso, hasta donde decenas de amas de casa decidieron trasladarse para abastecerse del combustible, tan indispensable para la preparación de alimentos en los hogares. “Estoy buscando gas desde ayer, así que decidí venir hasta aquí para esperar a los camiones que sacan el gas”, declaró un padre de familia que esperaba en puertas de la refinería. La escasez de gas licuado, también, se siente en la zona central, donde varios lugares de comercio optaron por poner en un letrero, “No hay gas”. Lo peor, es que esta situación ya ha derivado en la especulación del producto, al punto que en algunos domicilios particulares y tiendas, se vende el gas a 25 y 26 bolivianos, lo que antes costaba entre 22.5 y 23 bolivianos. Un vecino de la calle Santiváñez, relató que no logró encontrar gas para comprar, pese a que recorrió por varias tiendas de las calles Tumusla, General Achá, Hamiraya e incluso la plaza Osorio, donde la única respuesta que encontró en una tienda fue, “no hay gas, los distribuidores no vienen, desde hace dos semanas”. En otro caso, una vecina de la Calle Tumusla, casi Costanera, contó que luego de buscar el producto en los lugares habituales, realizó la compra en una vivienda particular, donde se vende cada garrafa a 25 bolivianos. Y vecinos de la plaza Corazonistas, indicaron que consiguieron el producto, pero a 26 bolivianos.
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