Julio Rodríguez, vecino de Villafranca de los Caballeros (Toledo), y dueño de la empresa de construcción Clarisan S.L., cumple hoy once días apostado con su furgoneta, y acompañado de sus dos empleados, frente a la puerta del chalé de otro constructor de Méntrida, y dueño de la empresa Consgego, para reclamarle los 135.000 euros que le debe por diversos trabajos de construcción.
En declaraciones a Europa Press, Julio Rodríguez aseguró que tomó la decisión de apostarse frente a la casa de "este sinvergüenza", porque estaba "desesperado" ante su situación económica. Explicó que al no recibir el dinero que le debe este constructor de Méntrida "me he visto obligado a despedir a las 44 personas que trabajaban en mi empresa".
No obstante, lo más dramático de la situación, señala entristecido, es que "dentro de un mes y medio me van a embargar la casa por impago, y también la de mi padre, -en la que actualmente residen la esposa del constructor y sus dos hijas gemelas-, que me abaló en su día" en la compra de la vivienda.
Asegura que está decidido a permanecer frente a la puerta de esta persona, de siglas, J.C.M. hasta que le pague "hasta el último céntimo de euro que me debe", a pesar de que el constructor ha intentado desalojarlo varias veces del lugar llamando a la Policía Local, "pero ellos también me apoyan, y cuando les llama, vienen aquí a animarme, y de paso me traen un bocadillo".
El ánimo que le transmiten sus familiares, diversas autoridades de la Policía Local, de la Guardia Civil, e incluso, del Ayuntamiento, los vecinos de la localidad, así como los ciudadanos de Méntrida, municipio del que proviene, "es lo que me da fuerzas para seguir aquí pasando frío, en unas condiciones infrahumanas", indica.
Julio Rodríguez subrayó que antes de tomar esta decisión intentó agotar todas las vías legales, "e incluso le he interpuesto una denuncia para que me pague, pero le da igual", asegura, porque "sabemos que tiene dinero, ya que se está construyendo una gran mansión al lado de su casa, con nuestro dinero".
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