La columna de Gema Lendoiro: Kale Borroka a la gallega

Si no te escuchan cuando hablas, grita, si cuando gritas no te hacen caso, líate a leches y ya verás qué pronto te haces entender. Bonito, ¿verdad? Y además la mar de efectivo. Esto es lo que han hecho este fin de semana estos chicos tan simpáticos gallegos que defienden que en Galicia se hable en gallego y sólo en gallego.

Resulta que en Galicia hay gente que piensa de manera diferente a ellos y que, previo permiso, convocaron este fin de semana una manifestación para hacer oír sus ideas que, básicamente vienen a decir lo siguiente: Queremos poder tener la libertad de escoger el idioma castellano o el gallego.

Y con ese derecho de manifestarse pacíficamente, el mismo que les asiste a los nacionalistas que piden lo contrario, se lanzaron a las calles compostelanas con sus pancartas, sus termos de café y sus ideales. Pero se encontraron con una panda de energúmenos (unos 250 según la policía) que, puño en ristre, contestaron a sus pretensiones.

Me encantaría poder hablar de este tema de una forma irónica y con humor pero lo cierto es que estoy hasta las narices de esta panda de vándalos, energúmenos e incivilizados que intentan conseguir por la fuerza lo que no logran por las palabras.

Hasta dónde yo recuerdo, el gallego, su uso o no, nunca ha sido un objeto de conflicto en Galicia, sin embargo parece que las tornas están virando sospechosamente hacia actitudes dictatoriales por parte de los que defienden su uso exclusivo. Si no fuera porque estoy en contra de la violencia sea para reivindicar lo que sea, me alegraría de que esta panda de absurdos incivilizados hiciera esto porque con su actitud consiguen quitarle a sus contrarios el trabajo de demostrar la poca razón que tienen.

Estoy convencida de que los responsables del PSdeG y BNG están en contra del uso de la violencia. Y como estoy convencida de ello espero y deseo que se desmarquen y condenen estos actos violentos. De la misma manera que en Euskadi los partidos demócratas condenan la kale barroka.

He visto las imágenes de la manifestación. Igual que el terrorismo callejero del País Vasco. Por lo visto, algunos de los detenidos han pasado ya a disposición judicial mientras que otros permanecen en comisaría. Probablemente en breve saldrán y es más que probable que no les pase nada. Y eso que han utilizado violencia. Claro que no ha sido de género, pero ése es otro debate.

Desde mi pequeña atalaya que es esta columna les quiero decir a los que han azuzado de manera tan violenta a los manifestantes lo siguiente:

La Constitución, esas leyes que parecen resbalaros, es una cosita muy seria que todos los españoles aprobamos un día y que recoge los deberes y derechos de todos y todas, los vuestros también. Y entre las cosillas que recogen, una de ellas es que el castellano es también lengua oficial en Galicia y que, por lo tanto, tiene el mismo derecho a existir que el gallego.

Tenéis muy poca vergüenza reclamando a pedradas vuestra ideología. Si no os gusta lo que veis tenéis a vuestra disposición toda una batería de recursos democráticos para cambiarlo.  A mí no me representáis en absoluto, es más, siento una vergüenza increíble que personas de mi comunidad reclamen con violencia lo que no consiguen con las leyes que votamos todos y que representan a la mayoría. Para mí no existe ninguna diferencia entre vosotros y los dictadores como Franco que, en su día, prohibieron el uso del gallego. Sois despreciables por usar la violencia, de la misma manera que son despreciables los que la usan el País Vasco. Sólo os queda ya recurrir a  las pistolas y a los coches bomba. Ojalá vuestra actuación os haga perder votos en aquellos partidos que os respalden y/o os defiendan. Y por último, flaco favor le estáis haciendo a la imagen de la comunidad gallega. Hasta hace poco estábamos aislados por nuestra propia orografía y la falta de atención de los gobiernos centrales. Ahora que ya estamos despuntando llegáis vosotros con argumentos vacíos de contenido y llenos de odio y que, desde luego no son ni de lejos las prioridades en estos momentos tan delicados social y económicamente.

La verdad, lo mejor que podéis hacer es compraros una isla y haceros una comuna dónde sólo habléis en gallego, consumáis vuestros productos de la huerta, fuméis lo que cultivéis y nos dejéis en paz de una buena vez con vuestras chorradas que nos hacen retroceder cada vez más. Es más, os doy una idea. Repartiros esa isla con los de vuestra ideología pero en versión catalana y vasca y pelearos entre vosotros para ver cuál de las tres lenguas domina a las otras dos. Porque los demás tenemos cosas más serias en las que ocuparnos y no estamos dispuestos a aguantar vuestras chorradas y, muchísimo menos, vuestras pedradas.

Pesados. Si es que no se puede ser más coñazo. Iros a pastar un rato.