Tres años después se desvela el monumento a las víctimas del 11-M

Un cilindro de once metros de altura se levanta frente a la estación de Atocha. Construido con las bloques de vidrio más grandes del mundo, el monumento ha enseñado por fin su cara tres años después de los atentados del 11 de marzo. Los Reyes han presidido el acto de inauguración, que ha contado también con 150 invitados, entre autoridades y cuerpos diplomáticos, y 1.500 afectados por la masacre, entre los que se encontraban víctimas y familiares. Frente al emblema de las víctimas, se hallaba todo un despliegue de medios de comunicación; 395 periodistas de 98 medios nacionales e internacionales.

A las 10.30 de la mañana ya podía verse el inmenso bloque cilíndrico de vidrio frente a la estación que hace tres años se vio sacudida por la masacre. Poco antes de las 12, llegó el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado por su mujer, Sonsoles Espinosa. Unos minutos más tarde entraron los Reyes junto con los Príncipes de Asturias, de los que no se espera asistencia. Flanqueados por dos polícias municipales ataviados con el uniforme de gran gala se encontraba el resto de las autoridades.

A las 12 comenzó el acto de inauguración. Los Reyes, los Príncipes, se colocaron en una tarima grisácea en el centro de la vía. A su lado, se hallaban, en otra plataforma, Rodríguez Zapatero , su mujer, el presidente del Senado, Javier Rojo, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casa, y el presidente del Trubunal Supremo, Francisco José Hernando. Al otro lado de los reyes, se situaron la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón.

Dos polícias municipales se aproximaron hasta la tarima con paso firme con una corona de laurel que fue despositada por los Reyes en una base de hierro frente al monumento. Después, se guardaron tres minutos de silencio en recuerdo a las víctimas de los atentados. Para finalizar, el violonchelista Antonio Martín Acevedo interpretó el Canto de los Pájaros de Pau Casals. El emotivo y solemne acto sólo se vio alterado por uno de los familiares que mostró una pancarta en la que exigía responsabilidades penales para ex ministro del Interior, Ángel Acebes, y al ex presidente del Gobierno José María Aznar. "11-M, Acebes, prisión por negligencia criminal. Aznar proceso por el Tribunal Internacional de la Haya", decía la pancarta.

Entre los asistentes a la inauguración se encontraban también el líder del PP, Mariano Rajoy, el vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, y los ministros de Asuntos Exteriores y Cooperación y de Fomento, Miguel Ángel Moratinos y Magdalena Álvarez, respectivamente, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Prácticamente toda la corporación municipal y regional madrileña se hallaba presente en el acto, así como la oposición.

Los Reyes, los Príncipes y el Presidente del Gobierno, se marcharon momentos después de finalizar el acto. Concluida la inauguración, varias víctimas caminaron por la pasarela para depositar flores frente al monumento en recuerdo a sus familiares. Mientras tanto, decenas de personas bajaban a la sala que acoge el interior de la escultura. El cilindro recoge decenas de mensajes en distintos idiomas, entre los que se encuentran "hace falta mucha fantasía para soportar la realidad". Los familiares reunidos en la sala azul mostraban su emoción entre lágrimas al leer los mensajes