Primer pulso de Obama a los grupos poderosos de EEUU

No llegué hasta aquí para hacer lo mismo que se ha estado haciendo o para tomar medidas a medias. "Vine para proporcionar el cambio que este país exigió cuando fue a las urnas en noviembre", ha dicho Obama en una alocución en la que ha reconocido que sus presupuestos, que se elevan a 3,55 billones de dólares y en los que incluye reducciones tributarias para los sectores de menores ingresos, además de inversiones en energía limpia, salud -se creará un fondo de 634.000 millones de dólares para extender la cobertura sanitaria en la próxima década- y educación, recibirá las críticas de "muchos".

El demócrata sabe de quién habla y no tiene miedo de señalarlos con el dedo. "Supone una amenaza para el 'statu quo' en Washington", ha dicho Obama, quien no ha dudado en aventurarse y asegurar que la mayor oposición a sus apuestas vendrá, entre otros sectores, de la industria de seguros médicos -ahora tendrán que competir con los servicios del Gobierno-, y de la industria energética, sobre todo a las petroleras, a la que se despojará de exenciones tributarias para poder impulsar y financiar la economía con energía renovable.

Tampoco se ha olvidado el Presidente de los bancos y los grupos que ofrecen créditos a los jóvenes para que se puedan pagar los estudios universitarios, ya que les ha recordado que "no les gustará que acabemos con sus cuantiosos subsidios impositivos para ahorrar a los contribuyentes casi 50.000 millones de dólares, y que hagamos más accesible la Universidad".

"Ese es el cambio que prometí como candidato a Presidente. Es el cambio por el que el pueblo de Estados Unidos votó en noviembre. Ese cambio está representado por el presupuesto que envié al Congreso esta semana", aseveró un Obama que demuestra a cada instante que no le da miedo defender con la máxima fuerza posible sus apuestas políticas, las mismas que lo han llevado a la Casa Blanca.