www.diariocritico.com

OPINIÓN/ Victor Gijón

La paja, la viga y el PP

lunes 20 de noviembre de 2006, 19:05h
El PP ha decidido ver la paja en el ojo ajeno mientras ignora la viga en el propio. Convencidos de que poner en duda la honorabilidad del presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, hará posible el milagro de frenar la sangría de votos que detectan sus augures demoscópicos, los populares insisten, una y otra vez, en el único asunto que, convenientemente retorcido y publicitado por la prensa conservadora, recuerda, aunque sea sometiendo a dura prueba la credulidad del personal, a algo parecido a un pelotazo urbanístico. Lo malo para el PP es que su líder y candidato, Ignacio Diego, sí tiene en su haber un pelotazo, aprobado y publicitado, paralizado in extremis por la Comisión Regional de Urbanismo.

En el PSIR de El Bojar no hay todavía recalificación y por tanto resulta imposible calcular cuál será el beneficio de los propietarios de los terrenos --un amigo de Revilla según el PP, el Gobierno regional, y varios particulares con apellidos sonoros como Osorio, Cavero, etcétera-- si es que al final se produce. De momento el presidente del Ejecutivo regional ya ha dejado claro que siendo terreno destinado a construir viviendas sociales, habrá expropiación y no compra-venta a precio de mercado.

En la recalificación de unos terrenos propiedad de la empresa Steel Beton, ordenada por Diego y que multiplicaba por diez el valor de las propiedades de un amigo del dirigente popular, si no ha habido beneficio es porque la CROTU paró en seco el urbanismo a la carta, amigable y generoso, del alcalde astillerense y actual candidato del PP a la presidencia de Cantabria. Está acreditado que Diego y el propietario de la mayoría de las acciones de la citada empresa, José Luís Merino, fueron compañeros en el Consejo de Administración de Sistemas Financieros, sociedad participada por Caja Cantabria y tenedora de las acciones de Steel Beton, vendidas a Merino a un precio que, según los expertos, estaba muy por debajo de mercado. Y no hay duda de que de haber prosperado la recalificación de los terrenos industriales de la empresa para usos residenciales y se hubieran construido los pisos de lujo previstos, el beneficio obtenido sí que habría podido calificarse de pelotazo superlativo.

Pero existe la legalidad. El control de las acciones de los ayuntamientos realiado con luz y taquígrafos y por los órganos competentes. La CROTU puso pie en pared y dejó sin efecto el negociete del amigo de Diego propiciado por éste. No es la única intervención atípica de el ex alcalde y aspirante a presidir Cantabria. A lo largo de los doce años que ha permanecido al frente del consistorio astillerense las licencias han crecido a lo largo y a lo ancho. En donde estaban previstas viviendas de dos alturas aparecen de cuatro o de seis y donde se proyectaron 40 viviendas se construyen 140. Y además, no siendo amigo de Villar Mir, que sin embargo invierte y mucho en el municipio, Diego intenta estrangular a Ferroatlántica por el expeditivo método de construir viviendas en la puerta de la fabrica. De cómo ha gobernado Diego el municipio, ejemplo de los que podría hacer si tuviera otras responsabilidades, cuentan y no acaban los munícipes de la oposición, que se han visto obligados a pedir el amparo de los jueces para ejercer su derecho a controlar la acción del equipo de Gobierno municipal.

En el PP creen que la única posibilidad que tienen para no estrellarse en las elecciones de mayo próximo es debilitar la credibilidad de Revilla. Si fracasan en ello, y no parece que con intervenciones como la interpelación del pasado lunes acrecientes sus posibilidades de éxito, la campaña habría concluido para ellos. Las posibilidades de que el PP logre una mayoría absoluta son tan remotas que sin siquiera los más hooligans se atreven a mentarla. Necesitarían por tanto un acuerdo con algún otro partido. Dada la imposibilidad, por razones ideológicas y de política nacional, de pactar con el PSOE, la única fuerza con posibilidades de sumar votos suficientes para una mayoría es el PRC. Pero no se puede pedir la mano que se desprecia. Aún peor: no se pude pedir ayuda a quien se ataca.

Las encuestas de que disponen los distintos partidos coinciden en plantear un escenario en el que el PP perdería, en el mejor de los casos, dos diputados, pasando de los 18 actuales a 16. Escaños que irían a parar al PRC, que alcanzaría la decena de representantes en el Parlamento frente a los ocho actuales. El PSOE se quedaría igual o subiría uno, llegando a los 14 parlamentarios, escaño que perderían también los populares, reduciendo a 15 su representación en el Legislativo regional. Pero son especulaciones sobre sondeos que reflejan situaciones puntuales. Lo evidente es que nadie, ninguna de las tres fuerzas políticas con posibilidades de obtener representación en el hemiciclo del antiguo Hospital de San Rafael, tendrá mayoría suficiente para gobernar en solitario.

Esa situación de mayoría minoritarias conduce inevitablemente a pactos y acuerdos. Y para que estos se produzcan es necesario, al menos en una región tan pequeña como la nuestra, donde todos nos conocemos, que exista química personal entre los que van a pactar. Un valor por encima de afinidades políticas, proximidades ideológicas o expectativas de futuros compatibles. Respóndanse ustedes mismos si, así las cosas, qué combinación pacto o acuerdo de los posibles es el que tiene más probabilidades de prosperar.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios