Un año después, el PSOE celebra con extrema mesura la victoria electoral

En rueda de prensa desde Monrovia al término del IV Encuentro de Mujeres por un Mundo Mejor, De la Vega reconoció que este año "ha sido y está siendo duro y difícil para todo el mundo y en todo el mundo" y pasó a destacar las medidas que el Gobierno tomó "desde el primer momento" para "paliar los efectos de la crisis y alcanzar la senda de la recuperación económica cuanto antes".

Recordó que el Ejecutivo ha adoptado iniciativas para ayudar a los desempleados, activar la economía y cumplir sus compromisos en materia de educación, sanidad y dependencia. "Trabajamos por seguir progresando. Y lo vamos a conseguir y cumplir" contando además con el "compromiso y responsabilidad de los agentes sociales y de todos los ciudadanos de este país". "Y nos habría gustado también contar con la colaboración del PP. No ha sido así y les aseguro que el Gobierno lo lamenta", remachó.

ZP estaría meditando el cambio de Gobierno

Y mientras tanto, no cesan los rumores. Según Público, cercano al Gobierno socialista, la expectativa de una próxima remodelación se ha reavivado en las filas del PSOE y del propio Consejo de Ministros tras la derrota electoral en Galicia y ante el horizonte de que el PNV refuerce la oposición del PP en el Congreso. En el entorno del presidente se tiene la impresión de que Zapatero está en un proceso de reflexión sobre el momento más idóneo para esa remodelación ministerial, aunque no ha dejado traslucir sus intenciones. Una fuerte corriente interna de opinión sostiene que "esto no se aguanta", en referencia directa a la continuidad de Pedro Solbes como vicepresidente económico. "no se puede afrontar la situación con un vicepresidente que sólo transmite pesimismo", argumentan.

 

Cautela conmemorativa en el PSOE

Y sí, es cierto que el PSOE había planeado inicialmente hacer un gran acto conmemorativo en una localidad sevillana para festejar sus cinco años en el poder. Zapatero, Chaves -que es, al fin y al cabo, presidente del partido, Blanco, Leire Pajín  y una buena colección de ministros iban a estar presentes, lo mismo que algunos presidentes autonómicos, como el gallego Pérez Touriño. Pero la pérdida de las elecciones gallegas, la crisis económica que ha colocado a tres millones y medio de personas en el paro y una cierta situación de atonía en el propio gobierno han aconsejado desistir del fasto. Ha primado la cautela sobre el deseo de aprovechar el momento que vive el PP en Madrid y Valencia para cargar las tintas sobre el partido adversario. Pero también se ha valorado un cierto giro que, aseguran, prepara Zapatero para las próximas semanas. ¿Acercamiento al PP? Tal vez: ello justificaría el bajo tono de los ataques a las corruptelas ajenas (de las propias, claro, ni palabra).