Manifiesto militar

En torno a ciento ochenta firmas aparecen bajo un manifiesto militar que, bajo el título genérico de “Reflexiones” ha aparecido en una página web. En el documento se hace una descripción caótica de la situación en España, se arremete contra el Gobierno, los partidos nacionalistas, incluso contra el PP y hasta se acusa de tibia la actitud de la Iglesia católica española y en concreto la de la Conferencia Episcopal.

Es como entrar en un túnel del tiempo que nos lleva a momentos oscuros de la Historia de España, no tan lejanos, pero que parecen estar a años luz cuando se mide la distancia no en días, meses o años, sino en lo que ha ocurrido en este país desde la muerte del Franco hace ahora treinta y seis.

Los firmantes, menos dos o tres e3xcepciones de miembros de la Guardia Civil y de la Armada, son todos del Ejército de Tierra a los que se suman cincuenta y dos esposas o hijas de militares. Generales hay dos y la mayoría son coroneles. También hay tenientes coroneles, comandantes y capitanes, pero eso sí, todos están retirados o en la reserva. Ellos se presentan como “de la más variada procedencia y graduación”.

Denuncian la campaña que pretende “sacar a Dios del alma de nuestra Nación” y de las que, según ellos, son “obras de teatro blasfemas, películas insultantes para nuestras conciencias cristianas, tertulias que hacen burlas de nuestra fe y programas anticristianos”. Se indignan de la actitud de los poderes estatales y de la “actitud a veces poco combativa de la Jerarquía de la Iglesia Española (Iglesia somos todos) que a veces parece temerosa de perder lo que algunos consideran privilegios”.

Arremeten contra la pretensión de “santificar” la II República y condenan sin paliativos, por supuesto, la llamada Ley de la Memoria Histórica. Para los estatutos de autonomía tienen palabras también gruesas, porque además, están directamente “traducidos del modelo catalán a los que la derecha política españolase adhiere de forma suicida”.

Hacen un llamamiento al despertar de los españoles y acusan a los políticos profesionales de actuar “sin mandato constitucional alguno” para denunciar por fin que al Ejército se le ha amordazado de forma anticonstitucional y también echa de menos una actuación más contundente del “ Mando, la denominada cúpula”. Aseguran que el “Ejército debe y puede hablar” y hace un sutil llamamiento a “nuestros compañeros en activo”, denunciando también las recientes normas de ascensos selectivos en contra de la tradicional de antigüedad, cerrando ese asunto con otra denuncia de ese túnel del tiempo del que hablamos al principio: esos compañeros en activo “que, a Dios gracias, siguen siendo la pesadilla para las tramas y planes antiespañoles vigentes. Confiamos en ellos”.

En cuanto a la condena del franquismo la rechazan con toda contundencia y llegan a señalar que esa condena no la van a “aceptar ni a tolerar”, así como cualquier tipo de negociación con ETA, que califican de monstruosidad. Entre los firmantes se encuentran Antonia Tejero Molina, ex teniente coronel de la Guardia Civil, que protagonizó el 234 F y Ricardo Pardo Zancada, separado del servicio por participar en aquella intentona golpista. Algunos otros fueron firmantes del famoso “Manifiesto de la 100” que defendía a los entonces militares juzgados por el golpe del 23 – F de 1981.

Terminan diciendo que “no somos nostálgicos”. ¡Pues menos mal!