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El primer banco suizo, UBS, revisó este miércoles al alza las pérdidas que registró en 2008, a 14.200 millones de euros, las mayores de su historia, y se prepara para un nuevo año "sumamente difícil".
"La situación de los mercados financieros sigue siendo frágil. El flujo de tesorería de las empresas y los hogares sigue deteriorándose", explicaron el presidente del UBS, Peter Kurer y el nuevo director general, Oswald Grubel, en un informe anual difundido este miércoles por el banco.
"Inclusive después de una reducción sustancial de los riesgos, nuestro balance sigue estando expuesto a mercados sin liquidez y volátiles, debilitando nuestros beneficios todavía por cierto tiempo", admitieron.
Ante una situación tan tensa, los dos responsables se mostraron "sumamente prudentes respecto de las perspectivas a corto plazo", añadieron.
El número uno mundial en la gestión de fortunas, se vio obligado a revisar sus resultados anuales, agravados por los costos vinculados a los asuntos judiciales en Estados Unidos y a sus activos "tóxicos".
UBS terminó 2008 con una pérdida neta de 20.900 millones de francos suizos (14.200 millones de euros) en lugar de los 19.700 millones anunciados en febrero.
En 2008, el UBS asistió, impotente, a una fuga de capitales sin precedentes.
Además de la crisis financiera internacional, el banco de Zurich está envuelto en un escándalo fiscal en Estados Unidos, y se vio obligado a revelar la identidad de unos 300 clientes estadounidenses sospechosos de fraude.
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