La miel endulza los cócteles de las noches de fiesta en Hollywood

"Yo lo uso porque la gente no quiere mucho azúcar y todos están a dieta. Es algo que es natural y no te va a engordar (lo mismo que otros edulcorantes artificiales)", aseguró uno de los más prestigiosos preparadores de cócteles de EEUU, Pablo Moix.

Si bien el alcohol y la miel no están indicados para las dietas de adelgazamiento por su aportación de calorías, las siluetas más populares de las páginas de las revistas son cada vez más partidarias de apostar por esta combinación a la hora de divertirse con sus amigos en los locales de moda.

"Estoy viendo cada vez más que la gente me pide algo sin azúcar y le digo que si quiere le echo un poco de miel, entonces dicen que sí encantados", comentó Moix, de 34 años nacido en EEUU y de familia colombiana.

Así surgieron cócteles como el "Jaime Molido" con vodka, moras, zumo de limón y miel o el "Mari Mercedes", que lleva el nombre de la madre de Moix, con chile, tequila, licor, zumo de limón y naranja, y por supuesto el dulce del néctar de las abejas.

Algunas de estas mezclas debutaron en el menú del conocido club STK en Hollywood hace tres semanas a un precio de entre 14 y 16 dólares y ya compiten con su famoso "Green Intensity" (de chile y ginebra), el combinado preferido de una cliente habitual de este establecimiento, la joven millonaria Paris Hilton.

Entre los rostros de la pantalla que frecuentan este local están Mario López, televisivo actor de la serie de los 90 "Saved By the Bell" y amigo de Eva Longoria, Sara Ramírez que encarna a la doctora Callie Torres en "Grey's Anatomy" o el actor de comedias como "The Benchwarmers" (2006) David Spade.

Otros amantes de los cócteles son Orlando Bloom, que se decanta por el "Passionate SKYY" de piña y fruta de la pasión, la modelo Heidi Klum y su "Pineapple Chi-Chi", de piña y coco, o Katherine Heigl (Grey's Anatomy y "27 Dresses", 2008) que prefiere el "The Perfect Rob Roy" con whisky y vermut.

"No todos beben cócteles, algunos toman tragos más sencillos", señaló Moix, considerado uno maestro en el arte de combinar bebidas alcohólicas.

"Soy como un chef. Cuando invento mis cócteles estoy buscando unos sabores específicos que no puedo conseguir sin la miel, es algo único", comentó, al tiempo que confesó que prefería el néctar que provenía del trébol.

Para que la miel se mezcle bien con el resto de componentes del cóctel es necesario, explica Moix, diluirla en una proporción justa de agua caliente y dejarlo enfriar posteriormente.

La idea de combinar alcohol con miel en un cóctel se remonta a principios del siglo XIX, cuando esta especialidad de los "barman" estaba dando sus primeros pasos.

"Hay unos cócteles clásicos que tenían miel, pero se perdió un poco aquello", aclaró Moix, quien ha colaborado con la organización National Honey Board para volver a popularizar el uso de este ingrediente en las noches de fiesta de Hollywood.