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Unos 300.000 jóvenes chilenos de entre 18 y 24 años de los sectores más desfavorecidos se beneficiarán de la ley de subsidio al empleo juvenil promulgada hoy por la presidenta del país, Michelle Bachelet, con el fin de crear puestos de trabajo en tiempos de crisis.
La normativa forma parte del Plan de Estímulo Fiscal anunciado por el Gobierno a principios de enero y está dirigido al 40 por ciento de los hogares más pobres del país, según explicó la mandataria durante la ceremonia de promulgación.
Esta ley otorgará un beneficio equivalente al 30 por ciento de las rentas brutas anuales, del que el 20% irá directamente al trabajador y un 10% al empleador para la contratación, con un tope anual de 576.000 pesos (unos 1.000 dólares o 730 euros).
Además, establece que las mujeres trabajadores podrán acceder a una extensión de este subsidio por cada hijo nacido vivo durante el periodo anterior y posterior al parto, un beneficio que también recibirá el empleador.
El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, resaltó en tanto que esta ley, que no tiene un carácter excepcional sino que se aplicará de forma permanente, supone "un cambio profundo en la manera de hacer política social en Chile", en la que trabajo y equidad "van de la mano"
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