Ciutadans pasan desapercibidos en la política catalana

Ya les hemos comentado que Albert Rivera, líder de Ciutadans, está pasando desapercibido en los cien días que lleva en su escaño. Pero su mal debe de ser endémico en esta formación política, pues el partido tampoco se ha estrenado en todo este tiempo.

Ciutadans arrancó muy fuerte dando la campanada de la campaña electoral con un Albert Rivera luciendo cuerpo en los carteles. Fue, sin duda, la gran sorpresa de las elecciones autonómicas catalanas. Su presencia en la Cámara suscitó curiosidad al principio, ante lo que se preveía como duelo verbal con los representantes de los partidos políticos más nacionalistas catalanes. Pero cien días después de que Montilla ocupara la presidencia de la Generalitat, el balance no es muy halagüeño.

Ciutadans ha sido el único partido político que no ha presentado ninguna iniciativa parlamentaria. Como además en el gobierno ningunean al nuevo partido, sus filípicas no consiguen atraer la atención del respetable, y eso en un partido político que nace es poco recomendable.

Pero además el partido tiene un problema de fondo: su ambivalencia. Es sabido que agrupa a personas que, como Rivera, militaron en el PP, conservadoras, y personas procedentes del socialismo. Todos ellos, unidos por un anticatalanismo no disimulado.

La vida política tiene muchos ángulos y uno es la polémica que se vive respecto a las movilizaciones convocadas casi semanalmente por el Partido Popular. Ante la del sábado pasado, Rivera hizo pública la participación de Ciutadans, lo que se reflejó en un comunicado. El otro sector del partido montó en cólera al considerar que la presencia del pequeño grupo catalán sería interpretada como seguidísimo y se opuso. El debate fue tenso y finalmente Rivera dio marcha atrás y emitió un segundo comunicado en el que se daba libertad a los militantes para hacer lo que quisieran. Y en la concentración del día anterior en la Plaça de Sant Jaume, no hubo dirigentes de Ciutadans.