¿Habrá entendido?

Chávez acaba de protagonizar otro incidente diplomático, cuando criticó a la presidenta Michelle Bachelet por haber invitado al vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, y al primer ministro británico, Gordon Brown, a la Cumbre Progresista del pasado sábado en Viña del Mar.

Desde Santiago se calificó de “inadecuada” la crítica del Presidente venezolano, quien añadió a su reprimenda que su homóloga chilena amenaza así la unidad sudamericana.

“No le hace nada bien a la unidad de Sudamérica cuando la Presidenta de Chile convoca a una reunión al vicepresidente de Estados Unidos y al primer ministro británico”, dijo Chávez.

A este incidente se añaden los insultos a mandatarios de otros gobiernos del continente, así como una persistente injerencia en los asuntos internos de sus vecinos. Perú, Alemania y Colombia, y ahora Chile forman parte de una larga lista, en la que destacan las opiniones de Chávez sobre quién debe ganar las elecciones en determinados países.

Opiniones que nunca van solas, sino que se acompañan de generosas “ayudas” financieras para que sus deseos se hagan realidad. Una actitud muy parecida, por cierto, a la del Tío Sam en tiempos de la política del garrote, del “nuevo trato” o de la doctrina Bush. 

Pero los chilenos, en su elegante respuesta al Coronel, le recordaron que la presidenta Bachelet “representa justamente lo contrario, una presidenta que es capaz de tender puentes, de dialogar, de construir espacios para obtener acuerdos”. ¿Habrá entendido Chávez el mensaje? ¿Lo asimilarían sus comparsas?