Fomentar la inversión para generar empleo y mayor producción es la sencilla fórmula que algunos países que crecen y se desarrollan han entendido como la única manera de mejorar sostenidamente en el tiempo las condiciones de vida de su población.
Pero debe estar claro que esa fórmula demanda seriedad en su instrumentación mediante la provisión de seguridad jurídica, fortalecimiento de las instituciones democráticas, acuerdos comerciales a largo plazo y manejo honesto y técnico del aparato estatal entre las más importantes.
Y no es necesario buscar entre lejanos países con culturas y costumbres diferentes, para constatar los resultados de una política seria de crecimiento, basta mirar a nuestro vecino Colombia, que a pesar de su interminable problema de guerrilla, se desarrolla con fuerza y nos muestra resultados como una inversión extranjera de US$ 38.500 millones en los últimos 5 años, Ecuador en el mismo periodo obtuvo 2.520 millones.
Colombia pasó de exportar U$ 17.000 millones en el 2004 a US$ 38.000 millones en el 2008, manteniendo un ritmo de crecimiento anual de 22% sin ser un país petrolero. El PIB anual colombiano ha crecido a un ritmo del 5,5% en los últimos 6 años y el desempleo y los indicadores de pobreza caen sostenidamente.
Colombia ha trabajado seriamente tratados de libre comercio con la Comunidad Andina, con México, Estados Unidos, Europa y recientemente firmó un tratado de protección de inversiones con Japón, como primer paso para lograr un acuerdo más amplio y a largo plazo.
Nuestro Vecino ha firmado 40 pactos de estabilidad a 20 años con diferentes empresas para proveerles de “confianza basada en seguridad y democracia” según las propias palabras del Presidente colombiano.
Ojala que los buenos ejemplos sean entendidos como tales y puedan servir también para que la población del Ecuador mejore sus condiciones de vida y no se los deseche por simple vanidad o necedad.
Si (
No(
