Incautados más de 10 kilos de heroína en Madrid

La investigación se inició a principios de este año cuando los agentes detectaron en Madrid a una red de traficantes de heroína que contaba con canales de distribución por todo el territorio nacional. El grupo estaba liderado por un individuo de nacionalidad búlgara afincado en Madrid, que mantenía contacto directo con los proveedores de la droga en Bulgaria y se encargaba de recibirla.

Las labores de distribución las realizaba un individuo natural de Irán, también residente en la capital. El traficante hacía llegar la heroína a sus "clientes", pequeños traficantes en su mayoría de nacionalidades turca y española, localizados en diferentes puntos de España. Esta persona contaba a su vez con el apoyo de un hombre de confianza, de nacionalidad española, encargado de realizar la mayoría de los desplazamientos de la droga,  para lo cual contaba con un amplio apoyo logístico.

Detectado un envío en Valladolid
Durante la investigación los agentes averiguaron que el individuo de nacionalidad iraní, responsable de la distribución, había recogido una importante cantidad de heroína en un lugar de la autovía A-3, y que posteriormente había entregado parte de la droga a su hombre de confianza para que la pusiera inmediatamente en circulación. Para trasladar con seguridad la droga utilizaron dos vehículos, empleando uno de ellos como "lanzadera".

Finalmente los investigadores consiguieron localizar en la provincia de Valladolid, en la autovía A-6, al vehículo que llevaba oculta la heroína. Los agentes detuvieron al conductor y hallaron en el registro del coche, ocultos en un hueco del maletero, un kilogramo de heroína en dos paquetes. Posteriormente encontraron también el vehículo "lanzadera" y arrestaron a sus dos ocupantes. El principal responsable ocultaba nueve kilos más en su domicilio.

Ante la sospecha de que el principal responsable ocultara en su domicilio el resto de la heroína recibida, fue detenido en Rivas Vaciamadrid donde residía. En el registro de su domicilio se localizaron, en el interior de una maleta y ocultos bajo una cama, diecisiete paquetes con más de nueve kilogramos de heroína. Todos los paquetes estaban impregnados con una sustancia marrón que desprendía un fuerte olor a café.