La principal incomodidad que presenta Cuba a los Estados Unidos, es la imposibilidad de ingresar a su territorio y usufructuar libremente sus recursos naturales como lo ha hecho en el resto de Latinoamérica, si tuviera esa opción, poco le importaría el régimen político de la bella isla, belleza que en la actualidad es uno de sus principales dinamos del desarrollo turístico de Cuba y del cual no pueden aprovechar las gigantescas cadenas hoteleras de EEUU, más que por su voluntad, por un impedimento de los sucesivos gobiernos norteamericanos acostumbrados a ingresar a cualquier país imponiendo y no acordando.
Norteamérica ya no es la superpotencia que algún día, fue. Esta tan interconectada al resto de la economía mundial que ha generado una alta dependencia, y cada espacio debe ser aprovechado para generar ganancias. Cuba podría ser una gran fuente de ingresos para Norteamérica, pero no los es, en Cambio Cuba ha sabido salir adelante a pesar de un bloqueo injusto, que ha servido para forjar un pueblo de espíritu rebelde y obviamente adverso a los gobiernos yanquis, los cuales en la mayoría del planeta son realmente despreciados por ese afán de querer tomar e imponer, en vez de tranzar y negociar.
Obama marca una esperanza de cambiar esa imagen garrotera de EEUU y ponerse a la par de la realidad en la cual todo país tiene un peso muy específico independientemente de su tamaño físico, incluso se espera que de por terminado un bloqueo que en esta época resulta tonto y que permitiría abrir una buena brecha de negocios turísticos de mutuo beneficio para ambos países.
De su parte Cuba ha implementado cambios que permiten calificar su sistema político - económico mucho más inteligente y racional que muchas de las ”mejores” democracias de Latinoamérica, cuyas principales lacras son masas de pobres y desposeídos que Cuba no tiene, gigantescas manadas de delincuentes armados y teologizados que Cuba no tiene, muchedumbres de niños y jóvenes sin acceso a la educación, que Cuba no tiene, pandillas de empresarios vampirezcos que le succionan la sangre a cada país, que tampoco Cuba tiene y medios de comunicación que hacen mucho dinero difundiendo y alentando la crónica roja, la corrupción, el sexismo, la delincuencia, que marginan al buen ciudadano de la noticias y ponen en los altares mediáticos a la peor gente de una sociedad, lo que afortunadamente Cuba tampoco tiene.
Incluso si hablamos de periodismo, ya quisiéramos los países latinoamericanos tener una prensa como la cubana, preocupada del desarrollo de toda la gente de su pueblo en todas sus facetas y no la prensa que tenemos politizada hasta la médula, mediocre, que busca la mala noticia porque esa vende, que plagia, que desacredita, que busca sistemáticamente hacer daño a alguien, que ofende, que denigra y miente, y que hecha de la culpa de todos los males de su país a todo el mundo, menos a los periodistas, porque ellos solo dicen “su verdad”, verdad acorde a sus conveniencias económicas o la de sus contratantes, al nivel de su ignorancia, de su cobardía, de su mala fe y sin un compromiso con el desarrollo de su país, al contrario, mientras más desgracias y caos haya, es mejor. Países pacíficos y en desarrollo es mal negocio para los periodistas Latinoamericanos, exceptuando los de Cuba.
Bajo la dirección del Ministro Manuel Marero Cruz, el turismo en Cuba crece sin cesar, incluso en esta época de crisis mundial, Cuba tiene resultados positivos y muy superiores a cualquier otro país de la Región y del mundo, gracias a un turismo excelentemente planificado, con cifras reales de cada alojamiento, de cada tour, lo que permite diagnósticos exactos de la demanda, acciones precisas para mejorar la oferta y resultados positivos para el país y para el turista que lo visita.
En el resto de Latinoamérica la improvisación es la reina, los registros no son confiables, las premisas falsas, las políticas erradas y lo resultados podrían ser mucho mejores, de no ser por la perseverancia del empresario turístico que en la mayoría de las veces tiene su principal escollo en las políticas gubernamentales de cada país, con ministerios llenos de directivos improvisados, sin experiencia, sin noción de país y desconocedores de las corrientes mundiales del turismo.
Cuba sigue enmarcándose en la cresta de la ola turística y es un ejemplo que debemos estudiar, para tratar de trasladar sus mejores ventajas a nuestros países.
Para quienes son detractores acérrimos de Cuba, lo mejor es que vaya, vea, viva, sienta y ahí si juzgue.
* Director de Trafficnews.ec