La realización de la llamada "jornada patriótica" fue anunciada por el portavoz de la bancada nacionalista en el Congres, Juvenal Ordóñez. Según el parlamentario, esta visita debe servir para sensibilizar al gobierno peruano de la necesidad de concluir con la delimitación territorial con Chile.
Humala, por su parte, ha dicho que "esta jornada no debe verse con un acto de provocación. Particularmente, puedo asegurar que no pasa por mis pensamientos el impulsar una provocación o agravar las relaciones peruano-chilenas".
Todo esto ocurre en un contexto de prudencia diplomática entre Perú y Chile. Hace unas semanas el gobierno chileno aplazó la emisión de un documental realizado en ese país sobre la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Chile, Perú y Bolivia a fines del siglo XIX.
Intensas críticas
Al respecto, el canciller peruano José García Belaúnde, dijo el lunes que con la marcha "quieren crear un contencioso con Chile porque consideran que eso es políticamente rentable. Están utilizando el tema chileno con propósitos partidistas. Eso no me parece serio".
En las mismas declaraciones realizadas a la edición electrónica del el diario El Comercio, García Belaúnde alabó la intención del gobierno de Michelle Bachelet de devolver al Perú los libros saqueados de la Biblioteca Nacional de Lima durante la Guerra del Pacífico. "Es un gesto que ayuda a superar temas del pasado", agregó.
Por su lado, el Presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, pidió a Humala actuar con responsabilidad con respecto a las relaciones con Chile. "No se puede hacer es un acto irresponsable que pueda provocar una fricción, una situación que complique las relaciones internacionales al país”, dijo en declaraciones a la prensa peruana.
Asimismo lo calificó como un gesto pareció un gesto “politiquero”, un desafío, y una “pantomima” que solo trata de sacar ventaja de un tema de relaciones internacionales.