En una rueda de prensa en Managua, Zelaya anunció la organización de un “frente interno” en su país para “derrocar” a los golpistas.
“Voy a estar en Honduras y voy a seguir haciendo todo lo que tenga que hacer (...) hasta que este grupo usurpador del poder tenga que someterse a las órdenes que ha dado la comunidad internacional que es vinculante a Honduras”, enfatizó.
La mesa de diálogo de Costa Rica quedó ayer suspendida después de que tanto las delegaciones de Manuel Zelaya como de Roberto Micheletti no lograran ponerse de acuerdo en los puntos que un día antes había anunciado el mediador Oscar Arias.
Después de cinco horas de reunión las partes dieron por terminado un diálogo de sordos en el que el regreso al poder de Zelaya siguió siendo el gran escollo.
Mientras que el gobierno de facto sólo admite su regreso para conducirlo directamente ante los tribunales, Zelaya insiste en volver para ponerse al frente de un gobierno de conciliación, con ministros de ambas partes, tal y como propuso Arias.