Obama asegura que intereses políticos están en contra de la reforma de salud en Estados Unidos

El presidente de Estados Unidos Barack Obama reconoció que parte de su capital político está invertido en la reforma del sistema de salud, pero negó que ésta sea una lucha personal como pretenden hacerlo ver sus detractores.

"Sí, absolutamente, estoy comprometido a fondo en que esto se haga", dijo el mandatario, entrevistado en el programa Today de la cadena de noticias NBC.

Obama dijo que la reforma, una de las principales asignaturas internas de su gobierno, es una tarea que el país requiere pero que se ha visto afectada por los ciclos políticos en Washington.

"Este no es un deporte. No se trata de ver quien está abajo o quien está arriba. Se trata de resolver un enorme problema para los estadunidenses", dijo el mandatario.

Calificó la oposición de los republicanos de simple maniobra política, después de que se conocieron los comentarios del senador republicano por Carolina del Sur, Jim DeMint.

DeMint calificó una eventual derrota de la reforma de salud de el "Waterloo" del mandatario.

Obama dijo que los comentarios son evidencia clara de que la postura republicana busca sólo sacar provecho político en lugar de ofrecer alternativas para resolver el reto que presentan los altos costos de salud y 14 millones de estadunidenses sin seguro médico.

"Se trata de política y detrás de ello está el propósito de recobrar la Cámara de Representantes", acusó.

Recordó cómo tras el fracaso de la reforma de salud durante el gobierno del hoy ex presidente William Clinton, los republicanos lograron arrebatar a los demócratas el control de la Cámara.

La entrevista se insertó en la amplia estrategia de comunicación diseñada por la Casa Blanca, que busca hacer resonar el mensaje de Obama sobre la urgencia de la reforma.

El empuje para la reforma enfrenta también las reservas del bloque de demócratas conservadores, opuestos a que el gobierno incurra en más gastos que eleven el enorme déficit presupuestario que enfrenta el país.

Estas reservas se han extendido a la opinión pública, donde el desempeño del presidente en el manejo de este tema parece ir en picada.

De abril a la fecha el nivel de aprobación sobre la forma como el mandatario está manejando el tema de salud pública pasó de 57 a 49 por ciento, de acuerdo con una encuesta publicada el lunes por el diario The Washington Post.