Diez medidas urgentes que el Gobierno no se atreve a afrontar

1. Los servicios públicos de empleo necesitan una reforma urgente. No sirven para buscar trabajos ni para formar a los parados. Es necesario que el Inem sea ágil y con una base de datos ‘online’. Tal vez se podría mirar al modelo danés de ‘flexiseguridad’ en el empleo: facilidad para cambiar de puesto de trabajo y despido más barato a cambio de formación continua verdaderamente útil y prestaciones por desempleo extensas. Sin olvidarse de más facilidades para el empleo autónomo.

2. Reforma laboral, con mayor flexibilidad en la contratación y en la negociación de los convenios colectivos, favoreciendo la productividad en las empresas.

3. Menos funcionarios y más agilidad. Es necesaria una reforma y modernización de las Administraciones Públicas que se encamine a cambiar el actual modelo esclerótico. Debe ser más fácil acceder a un trabajo en la administración pública (con entrevistas, méritos y curriculum) para ser rápidos en la captación de recursos humanos cuando sea necesario, así como facilitar el despido y recolocaciones de los funcionarios. Además, cualquier trámite ciudadano se debe poder realizar por internet. Además, el Ejecutivo tiene que comprometerse a que el sector público sea ejemplo de pronto pago de sus deudas con empresas, en un momento de dificultades de liquidez para las compañías.

4. Rebaja radical de las cotizaciones sociales que pagan los empresarios para aquellos sectores de la economía que creen empleo o puestos de trabajo de calidad. Así como el fomento de la I+D en las empresas, clave para su competitividad.

5. No reducir la inversión pública en infraestructuras, en tecnologías y en secotres claves como dependencia, energía, ciencia y medio ambiente, para favorecer la competitividad de la economía. Además del fomento de parques empresariales y centros tecnológicos.

6. Plan para aumentar el parque de viviendas de alquiler y la rehabilitación de viviendas. De momento, sólo se han dado tímidos pasos en este sentido.

7. Jubilarse más tarde. El Gobierno puede favorecer el retraso de la jubilación hasta los 70 años, de forma voluntaria, para aquellos trabajadores que así lo deseen, lo que puede mejorar las arcas de la Seguridad Social.

8. Plan de austeridad en las administraciones públicas, incluidas las comunidades. El aumento del gasto puede poner en serio peligro la salida de la crisis de una forma equilibrada.

9. ¿Se olvida de los Ayuntamientos? El sistema público no puede seguir funcionando correctamente sin un compromiso de los tres niveles de la Administración por encontrar una solución a la financiación de las entidades locales.

10. Replanteamiento de la fiscalidad, para hacerla más justa, más severa con la economía sumergida, más sútil con la creación de empleo y con la I+D y que atraiga las inversiones extranjeras.