El gobierno federal envió soldados a los aeropuertos y cruces fronterizos en todo el país para que éstos resguardarán las armas que habían sido entregadas a los inspectores aduanales.
Pedro Canabal, portavoz del Servicio de Administración Tributaria, indicó el domingo que dichos inspectores no fueron despedidos. En lugar de ello, la institución decidió no recontratarlos después de que sus contratos expiren el fin de semana.
Fueron sustituidos con 1.400 agentes que recién ingresaron a la institución, los cuales han sido entrenados durante meses y a los que se les ha revisado exhaustivamente su historia personal con el fin de asegurarse de que no tienen antecedentes penales.