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La presidenta Cristina Fernández y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) firmaron el jueves un histórico acuerdo para la transmisión gratuita de los partidos del torneo local, que durante casi dos décadas fue privilegio de los abonados al cable.
''Hoy es un día histórico, para el fútbol, para la AFA, para los argentinos y para la posibilidad de vivir en una sociedad más justa y democrática'', dijo la presidenta tras la firma del convenio en el predio de selecciones nacionales en Ezeiza, en las afueras de la capital.
''Que solamente el que pueda pagar pueda mirar fútbol... no está bien'', agregó.
La ceremonia, que contó varios cientos de invitados y se difundió por cadena nacional, tuvo lugar una semana después de que la AFA rompiera unilateralmente el contrato con la compañía que durante 18 años fue propietaria de los derechos de televisión de partidos con el argumento de que no pagaba lo suficiente para solventar a los clubes, cuya delicada situación económica forzó la postergación del inicio del torneo Apertura.
El punto central del acuerdo AFA-gobierno es la transmisión de los diez partidos del torneo de primera división por canales abiertos y gratuitos, lo cual marcará el inicio de una nueva era en la transmisión de fútbol luego de más de una década en la que sólo los abonados al cable podían seguir al fútbol local en vivo y directo.
''El fútbol no deja de sorprenderme. Acaba de nacer un nuevo desafío en nuestras vidas, para perfilar un nuevo orden en el fútbol argentino. Lo podemos hacer porque hemos sido escuchados y la presidenta tuvo un profundo sentido de lo que el fútbol representa como reflejo de una sociedad que los lleva en su sangre y tiene que ver con sus vidas'', afirmó el titular de AFA, Julio Grondona, el mismo que en 1991 le cedió los derechos de televisión a la empresa que los explotó hasta ahora, sin licitación previa.
Por este convenio, el estado le garantizará en un principio a los clubes 600 millones de pesos (155 millones de dólares) , más del doble de los 268 millones de pesos (70 millones de dólares) que iban a recibir esta temporada de la empresa Televisión Satelital Codificada (TSC) .
Sin embargo, la mandataria aclaró que ''el fútbol no será subsidiado por el estado''. Explicó que en un primer momento el gobierno aportará los fondos mediante una reorientación de la pauta publicitaria oficial y que más adelante el gasto será cubierto con la comercialización del producto.
La primera fecha del torneo Apertura, que arrancará el viernes, será televisada por el estatal canal 7, pero el gobierno ya está negociando con canales abiertos privados que quieran transmitir los partidos.
A mediados de julio y en pleno receso, el sindicato de futbolistas alertó sobre las millonarias deudas que la mayoría de los clubes mantenían con sus planteles y reclamó saldar de inmediato bajo amenaza de que los equipos quedarían inhabilitados para usar a los fichajes.
La dirigencia del fútbol, cuestionada por sus malas administraciones, resolvió postergar el inicio de los torneos de todas las categorías para ganar tiempo y conseguir mayores recursos. La apuesta fue solicitar a la empresa TSC una mejora en el contrato, pero ésta se negó.
Luego vino la ruptura del contrato y la alianza con el gobierno, que no se involucró en el asunto de manera inocente. Es público el enfrentamiento que mantienen la presidenta y su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, con el grupo mediático Clarín, el más poderoso del país y socio de TSC en el negocio del fútbol.
''Cuando las corporaciones se vuelven monopólicas y pretenden volverse dueñas de la opinión de los argentinos vivimos en una sociedad menos democrática, más extorsiva'', apuntó Fernández en la única referencia a los ex dueños de los derechos.
La alianza AFA-gobierno fue rechazada por la oposición, que considera que los recursos oficiales deberían ser destinados a otras prioridades, como combatir la pobreza que afecta al 40% de la población, según denunció la Iglesia Católica.
Por mandato de la FIFA, los estados no pueden intervenir en los manejos de las federaciones. Pero el desembarco de la presidenta en helicóptero en una de las canchas de entrenamiento del predio de Ezeiza tuvo un sentido por completo diferente para el fútbol.
Grondona y Diego Maradona, técnico de la selección, recibieron a Fernández con un afectuoso abrazo tras descender de la nave y la escoltaron hacia una carpa especial, donde los presidentes de los clubes estaban mezclados con ministros, sindicalistas y partidarios del gobierno.
''Agradezco a la señora presidenta, somos testigos del hecho institucional más importante que ha vivido esta asociación de fútbol'', destacó Grondona, también vicepresidente de FIFA.
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