Brasil insiste en la transparencia y las garantías de Colombia sobre el acuerdo militar

"Pediremos transparencia, medidas que generen confianza y garantías", manifestó Amorim en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Río de Janeiro.

El ministro señaló que el polémico acuerdo que permitirá a Estados Unidos el uso de hasta siete bases militares colombianas en operaciones contra el narcotráfico es un asunto "que incomoda no sólo a Brasil sino a todos o casi todos los países de América del Sur".

"No es que Brasil se vea amenazado" por la presencia militar estadounidense en la vecina Colombia, subrayó Amorim, sino que a cualquier país le "preocupa tener cerca de su territorio bases extranjeras de grandes potencias".

El ministro indicó que muchas veces el temor a las amenazas externas puede ser exagerado, y por eso insistió en la necesidad que Colombia dé garantías de que la presencia militar de Estados Unidos se restringirá a su territorio y a los fines para los cuales fueron acordadas, pues ayudaría a crear un clima de confianza.

En ese sentido, dijo que en el asunto de las garantías es en el que ve "mayores resistencias por parte de Colombia", pese a que esta semana su homólogo colombiano, Jaime Bermúdez, estuvo en Brasilia para tratar el tema.

"No se pueden sustituir garantías por declaraciones de prensa vagas", dijo el ministro, en aparente referencia a una entrevista que Bermúdez dio esta semana a un diario brasileño en la que señaló que el propio acuerdo militar con EE.UU. contiene las garantías de que el tratado no representa una amenaza para los vecinos de la nación andina.

El Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirá el próximo martes en Ecuador, tal como se acordó en la última cumbre de ese organismo, celebrada a fines de agosto en la ciudad argentina de Bariloche.

Aunque la cita fue convocada fundamentalmente para tratar sobre el acuerdo militar de Estados Unidos y Colombia, algunos países quieren plantear otros asuntos del ámbito de la defensa, como la lucha contra el terrorismo y la recientes compras de armas por parte de algunos países de la región.

Amorim señaló que para los presidentes de la región sería interesante tratar el tema también con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "para esclarecer los objetivos (del acuerdo militar), no para negociar nada".

"No puedo esconder que hay una cierta ansiedad en toda la región" por tratar el tema directamente con Obama, dijo el ministro, pero aclaró que esa es una decisión que le corresponde al propio inquilino de la Casa Blanca.