www.diariocritico.com
Solbes y el fin del resistencialismo político-económico

Solbes y el fin del resistencialismo político-económico

lunes 14 de septiembre de 2009, 15:25h
Era el último resistencialista a la política meramente de gestión inaugurada por Zapatero ya en la primera legislatura. Y aunque se trate de una dimisión anunciada, la renuncia de Pedro Solbes al acta de diputado tiene una lectura de rebelión no soterrada a una forma de gobernar, la de Zapatero, que ha hecho buena la teoría de la 'navegación en política' en tiempos de crisis económica: negarlo todo hasta que las evidencias te desmientan, no poner propuestas sobre la mesa, esperar a que las pongan otros, gestionar las sobras y propiciar el frentismo en un maniqueísta idea de la derecha contra la izquierda. Solbes no ha podido más y se va a su casa para no seguir figurando como un diputado fantasma en la Cámara Baja.

Solbes es uno de los cadáveres que Zapatero va dejando a su paso. Por el camino se han ido quedando otros que le apoyaron en aquella fantasmagórica 'tercera vía' que le aupó, inopinada e inmerecidamente, a la Secretaría General socialista: Jesús Caldera, Juan Fernando López Aguilar, Jordi Sevilla… y otros que, aunque no le apoyaron en aquel fatídico Congreso, están en el punto de mira de la ira presidencial y próximos a emprender el camino de la nada política: José Bono, José Montilla… es decir, los que entienden que la política se hace de otra manera. Claro, que Montilla será un hueso demasiado duro de roer.

Solbes nunca fue el talismán económico de Zapatero; sólo era el 'viejo profesor' que ponía el nombre y la cara en la política económica que diseñaban otros. Pero eso de ser como el Comendador en el Don Juan de Zorrilla no era plato de buen gusto a quien lo ha sido casi todo en la política española y europea.

Desde la Vicepresidencia económica, Solbes empezó a decir que no a todo lo que se le planteaba, pero sin poner una alternativa sobre la mesa. "Jugaba al resistencialismo", en palabras de otro colega suyo en lo político y en lo económico, y así, ya desde el tercer Consejo de Ministros hubo problemas entre ZP y Solbes a cuenta, en esa ocasión, de la subida del Salario Mínimo Interprofesional. Pero lo que hacía Zapatero no era más que seguir el programa electoral en materia económica que no había hecho Solbes, ni siquiera Jordi Sevilla, sino que lo había coordinado Miguel Sebastián, entonces en alza y ahora en baja en el amor presidencial.

No era Solbes partidario de la manera de gobernar de Zapatero: eso de colocar problemas sobre la mesa con la finalidad de dividir al país entre derecha e izquierda para tensionar electoralmente y olvidarse de minucias como la crisis no es, tampoco, la actitud política que quiere el 'viejo profesor' y desde hace años se aceptaban apuestas sobre cuándo iba a dejar el Gobierno. Cuando lo dejó, ya no se aceptaban apuestas sobre cuándo abandonaría el escaño: era muy fácil saberlo.

Ya abandonaron las Cortes otros antes que Solbes: unos, para irse a su casa, como Sevilla; otros, para remotos destinos europeos, como López Aguilar y Enrique Guerrero, ese que fue gran 'fontanero' monclovita… otros, en fin, a sus aficiones, como César Antonio Molina.  Les van a seguir algunos más, pero son los 'resentidos', dicen en el PSOE oficial.

Vea también
:
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios