Jugar con el sexo

Talleres de sexo lúdico, jornadas sobre sexualidad y sesiones fotográficas son algunas de las actividades que "La Juguetería" organiza al margen de las clases de la Universidad, unas clases en la que la teoría y, por supuesto, también la práctica, se aúnan para enseñar a los alumnos desde cómo rodar porno doméstico a practicar el arte del bondage (una técnica japonesa que consiste en atar a la pareja), pasando por aprender masajes sensitivos y eróticos o descubrir todos los secretos del strip tease, temas que conformarán lo que se podría considerar el "programa académico" de este sex shop durante un mes, desde el tercer fin de semana de mayo hasta el tercero de junio.

‘La Juguetería’ no es un sex shop más. “La tienda surgió como una necesidad que, como consumidores, nosotros mismos teníamos. Hacía falta variedad, productos más orientados hacia la mujer y que no todo pareciera sacado de una cadena de montaje”, comenta Oli Acosta, una de las "rectoras" de la Universidad que tiene muy claro qué hace especial a esta tienda: “Este sex shop no es sólo un sitio donde se venden cosas, es un espacio para intercambiar experiencias, una plataforma de la que surgen múltiples iniciativas. Desde el principio tuvimos claro que eso era lo que queríamos crear”.

Este es el segundo año que la Universidad del Sexo abre sus puertas. “Los alumnos del año pasado se fueron muy satisfechos. Me acuerdo de que nos reíamos mucho porque al salir de la clase de bondage iban por la calle atándose los unos a los otros con las cuerdas que les dimos”, afirma la "rectora", que destaca la forma de impartir las clases. “Quizá más que aprender los puntos en los que tocar o el modo en el que quitarse la ropa, que también es importante, lo más valioso de estas clases es la frescura, el respeto y la honestidad con la que se les habla a los alumnos”, afirma Acosta.

La idea de estas clases es pionera en España. En Inglaterra y Estados Unidos también se imparten algunos cursos, pero van dirigidos a profesionales del mundo del porno, no son para la gente de a pie como los de 'La Juguetería'. "Aquí no hace falta tener ningún conocimiento previo. Estas clases son de iniciación, sólo es necesario tener interés”, dice Oli Acosta. Además, los profesores son profesionales de su especialidad. “Así, con la excusa de aprender de reconocidos expertos, la gente se anima aún más a venir a clase".

Cuando el curso termina los alumnos no reciben ningún diploma, tampoco lanzan birretes al aire ni se visten con túnicas. Lo que consiguen es algo más interesante. “Cuando sales de clase lo que te llevas es una base perfecta para desarrollar y mejorar las relaciones de pareja, además de un subidón de energía sexual. Te vas deseando llegar a casa para poner en práctica todo lo que has aprendido. Podríamos decir que esto es el pistoletazo de salida de un montón de experiencias”, asegura la "rectora" de la Universidad del Sexo.