Una juez de Estados Unidos ordenó a un sacerdote católico y a una ex bailarina nudista, quien acusaba al religioso de violencia doméstica, que se mantengan alejados uno del otro.
La juez Carroll Kelly dio a conocer su decisión luego de tres horas de audiencia en un tribunal de familia de Miami a la que asistieron el clérigo David Dueppen y la ex bailarina Beatrice Hernández.
Durante la vista judicial, Hernández le dijo a la juez que Dueppen presuntamente la amenazó e intentó estrangularla en una ocasión cuando ambos sostenían una discusión violenta sobre la paternidad de una niña que ahora tiene nueve meses.
Reveló que procreó y tuvo la niña con el sacerdote "porque lo amaba".
Después de su testimonio, el abogado de Dueppen presentó grabaciones de llamadas telefónicas y mensajes de ella como muestra del supuesto acoso de Hernández al sacerdote, que está suspendido de sus funciones como religioso.
El escándalo de la relación amorosa entre Dueppen y Hernández estalló en septiembre pasado cuando la mujer solicitó una manutención para la niña y aseguró que el padre era el sacerdote.
Hernández también pidió una orden de restricción contra el ex religioso, quien, según ella, comenzó a sugerirle que asistiera a un club de intercambio de parejas y a una colonia nudista para que se liberara de los espíritus diabólicos que Dueppen afirmaba se habían apoderado de ella.
La mujer reveló que conoció a Dueppen en el club nocturno donde trabajaba como nudista y que le pagó 1.800 dólares, pero hoy el religioso dijo que solo fueron 600 dólares.
Dueppen admitió haber tenido relaciones sexuales con otras mujeres y dijo que estaba arrepentido de todo lo sucedido, excepto de su hija, Marilyn Epiphany, cuya custodia está peleando en otro tribunal.
"Me duele mucho", dijo el sacerdote al referirse a que no ve a la menor desde hace tres meses.
En la vista judicial también salió a relucir que hace tres años la Arquidiócesis de Miami le dio 30.000 dólares a Hernández para que se mantuviera alejada de Dueppen.
Al concluir los testimonios, la juez desestimó la acusación de violencia doméstica interpuesta por Hernández.
Dueppen trabajó en San Francis de Sales, en Miami Beach, la misma iglesia en la que oficiaba misa el famoso ex sacerdote católico Alberto Cutié, a quien un fotógrafo capturó acariciando y besando en una playa a una mujer que luego se convirtió en su esposa cuando él abandonó el catolicismo.
La relación entre Dueppen y Hernández finalizó en 2005 y ella amenazó con demandar a la iglesia y para evitarlo la Arquidiócesis de Miami alcanzó un acuerdo con la ex bailarina.
Pero reanudaron los amoríos en 2006 cuando Dueppen buscó a la ex bailarina y dos años después ella quedó embarazada, según dijo Hernández en entrevistas a medios de comunicación el mes pasado.
De acuerdo con Hernández, el ex sacerdote puso en tela de juicio la paternidad, por lo que ella exigió una prueba de ADN.
El ex religioso inicialmente se negó y Hernández amenazó con ir a la iglesia con la bebé.
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