El mencionado comportamiento se produce en un entorno que continuó fuertemente afectado por las secuelas de la crisis financiera global y el debilitamiento en los precios del petróleo, cuyos efectos internos dice la nota de prensa, se han aminorado con la adopción de políticas económicas por parte del Ejecutivo Nacional.
Desde el punto de vista institucional, el valor agregado bruto del sector público reflejó un nivel de estabilidad durante el tercer trimestre, destacando el sector público no petrolero con un crecimiento del 6,4%. Por su parte, la actividad económica privada registró un descenso de 5,8% en el tercer trimestre, cuando se le compara con el mismo período del año 2008.
El Banco Central de Venezuela (BCV) detalla que la evolución de la actividad económica en el tercer trimestre del año 2009, con respecto a igual período del año anterior, estuvo determinada por la disminución registrada tanto por la actividad petrolera (9,5%) como por la no petrolera (3,0%).
En cuanto a la actividad petrolera, el comportamiento registrado durante el tercer trimestre, unido a la contracción de 5,0% en el primer trimestre y de 3,8% en el segundo, generan una disminución de 6,1% en los primeros nueve meses del año, enmarcados en el cumplimiento de los recortes en la producción de crudos, acordados por los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) a fines del año 2008, como parte de las políticas orientadas a lograr la estabilización de los mercados energéticos y la recuperación de los precios del petróleo, lo que se tradujo en un menor nivel del volumen de ventas externas.
El resultado del III trimestre contrasta con el obtenido en igual período del año anterior, donde el volumen de la producción reflejó el mayor nivel del año, dadas las condiciones observadas en la demanda mundial hasta ese período.
En las actividades no petroleras, por su parte, destacan los crecimientos registrados en los valores agregados por parte de los productores de servicios del gobierno general (+2,3%); los servicios comunitarios, sociales y personales (+3,5%); electricidad y agua (+4,0%); construcción (+4,3%) y comunicaciones (+11,4%). Entre las actividades que experimentaron disminuciones se encuentran: la industria manufacturera (-9,2%); el comercio (-11,5%); los servicios inmobiliarios (-3,2%); minería (-18,3%) y los servicios de transporte (-11,1%).
De acuerdo con el reporte del ente emisor, en tales resultados incidió el rezago de una menor disponibilidad de insumos de origen importado, durante el período en referencia, así como la disminución en la demanda agregada interna, tanto en gastos de inversión como de consumo final, no obstante las evidentes mejoras en el mecanismo de agilización para la tramitación y entrega de divisas a sectores claves de la economía, y la ejecución del plan de inversiones en infraestructuras públicas.
La industria manufacturera privada mantiene la contracción en el volumen de producción, en las ramas de actividades: fabricación de sustancias y productos químicos (5,3%); la industria de alimentos (7,3%); minerales no metálicos (27,1%); metales comunes (40,9%); edición e impresión (17,6%); productos de madera (34,0%); fábrica de muebles (28,7%); vehículos (23,7%); fabricación de maquinaria y equipos (9,7%).
Es de destacar que el resultado observado en las actividades de otros productos minerales no metálicos y fabricación de metales comunes, refleja el proceso de cambio institucional adelantado por el Ejecutivo Nacional.
En la industria de alimentos, destaca el crecimiento de 15,78% en la producción, procesamiento y conservación de carne y derivados. Por su parte, la producción de papel se incrementó en 5,8%.
Asimismo, la actividad construcción continúa con el ritmo de crecimiento de los dos primeros trimestres del año, al registrar un 4,3% en el tercer trimestre, derivado del aumento de 6,0% en la construcción demandada por el sector público y de 1,7% en la demandada por el sector privado. La correspondiente demanda del sector público fue impulsada por la mayor ejecución de obras (+14,4%) de las empresas públicas, en las que destaca el incremento de 18,2% por parte del sector petrolero, asociadas a mejoras importantes en los complejos de refinación, así como el desarrollo de obras agroindustriales. Por su parte, en el sector gobierno, se observó una contracción de 2,9%.
En el sector privado, el crecimiento observado se asocia a la ejecución de obras no residenciales (+8,0%), principalmente destinadas a la industria, comercio y oficinas.
Las actividades relacionadas con las comunicaciones registraron una expansión de 11,4% durante el trimestre en estudio, impulsado por los crecimientos del 17,0% en el valor agregado del servicio ofrecido por el sector público y del 3,7% del correspondiente al sector privado. La evolución favorable de estas actividades se mantiene gracias al incremento del número de usuarios, a la mayor cobertura geográfica del servicio de telecomunicaciones y a la incorporación de servicios relacionados con la aplicación de nuevas tecnologías.
Los servicios producidos por este sector mantuvieron la tendencia favorable que se observa desde el primer trimestre de 2003, al crecer en 2,3%, derivado de la mayor prestación de servicios de administración pública y defensa (3,9%), salud (1,9%) y enseñanza (0,7%). Es importante resaltar que con el resultado de este trimestre, suman veintisiete trimestres consecutivos, en los que se continúa con una política de gasto fiscal comprometida con el desarrollo social y orientada a la ampliación de los programas de salud, educación y enseñanza, que inciden en forma directa en la población de menores recursos.
Por su parte, la oferta agregada se contrajo en 11,4%, impactada, tanto por la disminución en las importaciones (-25,5%) como por el descenso del PIB.
La demanda global, a su vez, disminuyó tanto por la reducción observada en la demanda agregada interna (-10,7%) como en la externa (-16,3%). El resultado de la demanda agregada interna está explicado por las disminuciones en el gasto de consumo final privado (-4,8%) y de la inversión bruta fija (-14,5%), que fueron atenuadas por el crecimiento de 2,6% en el gasto de consumo final del gobierno general.
En este complejo contexto, el BCV ratifica el compromiso de mantener un permanente seguimiento y evaluación del entorno internacional y sus incidencias en la economía nacional; así como, continuar adelantando acciones de política, en coordinación con el Ejecutivo Nacional, tendentes a impulsar un desenvolvimiento favorable de la actividad económica del país.
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