Euskaltel-Orange: lucha sin cuartel

Los consumidores no saben qué hacer. Orange y Euskaltel han pasado de ser socios a enemigos irreconciliables. Están en juego medio millón de usuarios de teléfonos móviles en Euskadi. Y esto no ha hecho más que empezar. Ambos realizan múltiples ofertas para atraer usuarios, pero estos no saben ni tan siquiera “qué hay que hacer”; hasta pa informarse son los clientes quienes tienen que ir a las oficinas de ambas compañías y preguntar ¿quién me va a facturar y cómo, a partir de ahora; a qué compañía pertenezco: a Euskaltel o a Orange..?.

Orange ataca con fuerza con la presentación de una denuncia ante uno de los juzgados de lo mercantil de Bilbao, en la que acusa al operador vasco de dañar su imagen pública y de establecer con ello una «competencia desleal». La filial de France Télécom ha anunciado que reclamará en los tribunales que los dirigentes de Euskaltel rectifiquen algunas de sus declaraciones, al tiempo que exigirá una indemnización por daños y perjuicios. A su juicio, la compañía que preside José Antonio Ardanza ha intentado desacreditarla «a través de su pagina 'web', de abundantes declaraciones en los medios de comunicación e, incluso, por medio de mensajes SMS». El fondo de la cuestión gira en torno a la oferta que Orange lanzó a los clientes de telefonía móvil que en el pasado contrataron los servicios con Euskaltel, para intentar que éstos se desliguen definitivamente de la empresa vasca. Unas ofertas que afectaban a las tarjetas prepago y también a los clientes de contrato, a quienes se les ofrecía la posibilidad de adquirir sin coste alguno un nuevo terminal, así como de disfrutar de un descuento del 50% en sus facturas durante el resto de su vida. Desde Euskaltel se especuló con la posibilidad de que esa oferta fuese ilegal, ya que no afectaba a la totalidad de los clientes de Orange, sino únicamente a los que habían firmado un contrato con la operadora vasca, al tiempo que se estimaba que podía estar por debajo de los costes reales, lo que suponía un intento de 'dumping' para hacerse con el control de una parte importante del mercado de telefonía móvil de Euskadi: algo más de 468.000 clientes. Según Orange,  «es ilegal que Euskaltel intente mejorar su posición en el mercado por el procedimiento de desacreditar a su competidora. A su juicio, su competidora ha puesto en marcha una campaña de denigración en su contra dando la mayor publicidad posible a una serie de manifestaciones falsas».

El grupo vasco vasco, sin embargo, resta  importancia a esta iniciativa legal de su competidor, pero acusó a Orange de haber ejercido una competencia desleal, por ejemplo, al bloquear el sistema de recarga de tarjetas prepago para los clientes de Euskaltel. Al mismo tiempo, aseguró que esta compañía ha incumplido la última resolución de la Comisión del Mercado de las Telecomunicación, que le obligaba a recuperar la normalidad en este tipo de servicios.

Euskaltel está enfrascada en una operación relámpago, ya que intenta recabar el respaldo del mayor número de clientes de telefonía móvil para que continúen ligados a esta marca. Para ello, está a punto de poner en marcha un despliegue, con 1.200 personas, que se encargarán de visitar uno por uno a sus clientes, para liberar sus teléfonos, efectuar la entrega de nuevas tarjetas y formalizar un nuevo contrato.