Así, de un endeudamiento inicial que fue del 51,6% de la renta neta de un hogar joven en el 2007, se ha pasado al 58,8% actual, el cuarto mayor de España.
De ahí que, según el Consejo de la Juventud de Cantabria (CJC), en apenas un año el volumen de personas jóvenes emancipadas en la comunidad haya descendido un 7,95%.
Según el Consejo de la Juventud de Cantabria, la intensificación de la exclusión residencial de las personas jóvenes en la comunidad autónoma es el resultado de dos procesos que han ocurrido simultáneamente.
Por un lado, la reducción del nivel de renta de los hogares jóvenes, del 5,11% anual, a causa de la menor presencia de personas ocupadas en el seno del hogar; por otro lado, las mayores exigencias que ha impuesto el sistema financiero para formalizar un préstamo hipotecario.
De esta manera, para adquirir una vivienda libre con garantías de solvencia a largo plazo, una persona joven debería percibir un salario un 202,29% superior al actual y un hogar joven aumentar su poder adquisitivo en un 96,13%, según el CJC.
El Consejo también destacó que en Santander y Castro Urdiales, el coste de acceso al mercado de la vivienda en propiedad superaría la totalidad del salario medio de una persona joven.
Ante esta situación, el CJC reivindica la puesta en marcha inmediata de políticas que hagan posible el derecho que tienen los y las jóvenes a emanciparse para poder tener una vida autónoma sin la dependencia económica de otros miembros de la familia.
Situación nacional
Según datos del anuario 2008 del Observatorio Joven de Vivienda en España, entre los años 2007 y 2008, el precio medio de la vivienda libre en España aumentó apenas un 0,72%.
Hacía 15 años que no se registraba una variación tan mínima e, incluso, en ocho comunidades autónomas (Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Murcia y La Rioja) la vivienda libre cayó de precio, con una horquilla que ha oscilado del -2,89% de la Comunidad de Madrid hasta el -0,13% de Canarias.
Sin embargo, el Consejo destaca que la rebaja en el precio no se ha traducido en una mejora de las oportunidades de las personas jóvenes para acceder al mercado de la vivienda. Un ejemplo --dice-- es que el pago de la primera cuota por una hipoteca media se llevaría el 85,1% del salario medio neto que percibe una persona joven en España, lo que representa un incremento interanual del 4,93%.
Si se trata de mujeres jóvenes y de jóvenes con menos de 25 años, el porcentaje de endeudamiento se elevaría por encima del 90%. Por comunidades autónomas, Extremadura sería la única en la que el porcentaje del salario que una persona joven ha de destinar a la compra de una vivienda sería inferior al 60%, con un 50,5%.
Por otra parte, ha ido creciendo la distancia entre el precio de las viviendas libres y el precio máximo que las personas jóvenes se pueden permitir con el salario que cobran. Si, en un año, el precio medio de la vivienda en España ha subido un 0,72%, el precio máximo tolerable para una persona joven se ha reducido un 4,02%, según el informe.
Así, de los 76.037, 43 euros del año 2007, se ha pasado a los 72.980,53 euros del 2008, un 64,76% por debajo de la media que ofrece el mercado libre.
Las comunidades autónomas donde más pronunciada es la separación son País Vasco, Madrid, Cataluña y Balears. Asimismo, para poder cumplir el requisito básico según el cual la cuota inicial de una hipoteca no tendría que suponer más del 30% de la renta, el salario de una persona joven en España tendría que aumentar un 183,78%.
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