jueves 24 de diciembre de 2009, 21:49h
Hoy, cuando a medianoche millones de colombianos disfrutaran de la compañía familiar y el calor de hogar, habrá numerosos hogares a donde la felicidad de estar todos reunidos no llegará. Se trata de las familias de los secuestrados que año tras año tienen que ver como las navidades y el tiempo transcurren sin una respuesta a sus plegarias.
Por eso, desde Ciudad del Vaticano, monseñor Darío Castrillón, le insistió a las FARC en la necesidad de liberar a todos los secuestrados. Advirtiendo que no representa a nadie, el alto prelado manifestó: "Alfonso te suplico que los secuestrados sean puestos en libertad".
El llamado de monseñor es para que se dé un "derroche de hermandad cristiana" a través de la entrega de los secuestrados. "Los guerrilleros deben pensar en que no se puede decir que creen en Dios sin practicar su doctrina; esta doctrina es cumplir el mandamiento principal que es el amor y amar al prójimo", sostuvo.
"Alfonso nos hemos encontrado ya unas cuantas veces, por eso te suplico que los secuestrados sean puestos en libertad ...esta es una contribución no solamente para la paz de Colombia o para la paz de las familias de los secuestrados; yo la pido para la paz de tu misma familia, de tus amigos, de las madres de quienes están en la organización armada", agregó monseñor.
El drama de las familias
Robertina Sánchez, madre del coronel Enrique Murillo secuestrado hace 12 años expresa: “desafortunadamente la guerrilla nos robó la navidad…todavía lo estamos esperando”, y cómo si se tratara de eternizar la época más alegre y familiar del año, doña Robertina asegura que no desarmará el pesebre hasta el día en que su hijo regrese a casa.
Así mismo, Silvio Hernández, padre del mayor Elkin Hernández, asegura que esta es la época más indicada para pedirle al niño Dios que lo reúna nuevamente con su hijo. “Debemos pedir para que los corazones de los guerrilleros se ablanden y nos den la satisfacción de tener a nuestros hijos”, afirma.
Pero también están las familias de aquellos que jamás volverán, pues el destino y el acto cruel de las FARC han permitido que sus cuerpos abandonen este mundo más no su espíritu, al menos así lo reconoce Fernando Cuéllar Galindo, hijo del recientemente asesinado gobernador de Caquetá, quien finaliza con una frase corta pero contundente: “Queremos paz”.
Pero la otra cara de la moneda, la componen los familiares de los ex –secuestrados que por suerte hoy se encuentran libres y se disponen a compartir su primera navidad en libertad después de años de cautiverio.
Tal es el caso de Sigifredo López, el único de los 12 diputados del valle secuestrados por las FARC que se salvó de morir masacrado a manos del grupo guerrillero, y quien asegura que se siente feliz de tener su primera navidad en familia tras siete navidades en secuestro, algunas de ellas encadenado a la intemperie.
De igual manera, Alan Jara, quien duró retenido cerca de ocho años, asegura que así como el hoy puede gozar de su casa y su familia, siente que ese derecho es igual para todos y por ello espera que muy pronto todos y cada uno de los secuestrados puedan estar en la libertad.
El equipo periodístico de Diariocrítico se une a este llamado y en navidad desea que todos los secuestrados puedan regresar pronto a sus hogares, sanos y salvos.
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