Martes 29 de diciembre. Me voy de vacaciones a Tenerife. Cinco días a pasar fin de año en La Laguna, con un entrañable y numeroso grupo de amigos que viven allí.
Mi vuelo sale a las cinco de la tarde. He leído que hay problemas de retrasos en los vuelos a causa, dicen, de una huelga encubierta según unos , de celo según otros , de los controladores aéreos.
Vagamente recuerdo que hace un año, a primeros de enero, ya hicieron algo parecido y el lío fue tremendo.
Llego a Barajas a las tres cuarenta y cinco, resignado a aguantar la posible demora. Después de todo, voy de vacaciones, y por unos sujetos que tienen unos sueldecillos, trescientos mil euros al año según el Ministro de Fomento, doscientos veinte mil según ellos, no me voy a amargar.
A las cinco de la tarde del domingo nos comunican que embarcaremos a las seis y media . Al final lo hacemos a las siete. El comandante pide disculpas por el retraso y lo achaca a conflictos del sistema de control aéreo .Como en Canarias es una hora menos, llegamos a cenar con los amigos. En esta primera batalla de los controladores contra el mundo, en la que participo involuntariamente, solo acabo tocado, pero no hundido.
Otra cosa es el regreso. Cinco días maravillosos de amigos y tenderetes y toca regresar a la península el dia tres de enero . Por la mañana, en el pasillo del hotel de Santa Cruz, veo a un comandante de línea aérea y me atrevo a preguntarle si hoy hay muchas demoras. Me explica que alguna , que hay un conflicto muy difícil y que ya llevan así mas de un mes. Añade que eso ocurre pese a que los controladores españoles son los mejor pagados de Europa.
Mi vuelo sale a las ocho de la tarde . Al mediodía, la TV da la noticia de que el sistema operativo de control aéreo de Canarias se ha venido abajo a causa de un fallo eléctrico y que las demoras son enormes.
A las cinco y media llego al aeropuerto y me advierten de que entre los retrasos causados por los controladores y los del lio del sistema, tenenemos una demora minima de dos horas. Paciencia y barajar. Al final será de tres horas y media , pero encima estoy agradecido porque, al fin y al cabo, mi vuelo ha salido. Otros han sido suspendidos y los pasajeros llevados a un hotel.
Llego a mi casa a las cuatro de la mañana y he tenido tiempo de pensar que, para evitar que un dia un grupo de pasajeros convertido en turba enfurecida asalte una torre de control de cualquier aeropuerto con la intención de hacer justicia con los pobres controladores, seria mejor que, si tienen que seguir causando demoras , el ministerio correspondiente o los privatice o los militarice.
Ademas dicen que aquí tambien van a endurecer las medidas de seguridad, al igual que ya estan haciendo en los Estados Unidos. Total, que solo volaré lo imprescindible y cuando no haya mas remedio. Voy a ser fiel a aquel anuncio de “papa ven en tren”.
.png)
Llego a Barajas a las tres cuarenta y cinco, resignado a aguantar la posible demora. Después de todo, voy de vacaciones, y por unos sujetos que tienen unos sueldecillos, trescientos mil euros al año según el Ministro de Fomento, doscientos veinte mil según ellos, no me voy a amargar.
Si (
No(
