El presidente de Bolivia, el aimara Evo Morales, fue investido como líder espiritual de los pueblos indígenas de su país al recibir un bastón de mando en un ritual organizado en la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco.
Vestido con ropa ceremonial blanca combinada con diseños andinos de la cultura tiahuanacota y acompañado por una anciana centenaria y por "amautas" (sacerdotes indígenas), Morales protagonizó varios ritos en la pirámide de Akapana y el templo de Kalasasaya de Tiahuanaco.
A las puertas de Kalasasaya, el mandatario recibió, pasado el mediodía, el bastón de mando de los pueblos indígenas de manos de una pareja de niños.
De forma previa, recorrió los cuatro puntos cardinales de la cima de la pirámide, fue objeto de bendiciones en diversas lenguas por parte de distintas etnias e hizo varias ofrendas con alcohol y hojas de coca a la "Pachamana" (madre tierra) y al "Tata Inti" (Dios Sol).
Según los organizadores de los actos, en los que participaron pueblos del occidente y del oriente de Bolivia, en cada uno de los puntos cardinales los sacerdotes pidieron que los dioses den a Morales "conocimiento, sabiduría y humildad" para su segundo gobierno.
Al acto asistieron miles de personas, habitantes aimaras del altiplano e indígenas de otros países que consideran sagrados los monumentos de la cultura tiahuanacota, anterior a la inca, situados a 71 kilómetros de La Paz y a 3.800 metros sobre el nivel del mar.
En enero de 2006, Evo Morales participó en actos similares que fueron preparados para su primera investidura y que suponen un revalorización de tradiciones culturales y religiosas andinas.
El gobernante boliviano jurará mañana en el Congreso para su segundo mandato, para el período 2010-2015, en un acto donde se espera la llegada del heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón, y de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, de Ecuador, Rafael Correa, y de Chile, Michelle Bachelet.
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