"La metedura de pata de los Príncipes de Asturias"

Lo estábamos esperando. Se barruntaba que iba a pasar. Lo adelantó Paloma Barrientos en Vanitatis la pasada semana. Y, finalmente, sucedió. Los príncipes han concedido su primera entrevista. Lo ha conseguido la versión española de la cabecera Vanity Fair del grupo Condenast que, aquí en España, está capitaneada por la muy profesional Lourdes Garzón.

Desde luego, aunque me corroa la envidia, no seré yo la que critique a mi colega porque yo, en su lugar, también lo hubiera intentado (aunque me temo que no con idéntico éxito) Muy al contrario desde aquí la felicito (y a su equipo) por haberlo conseguido. Pero no tendré iguales palabras de elogio para los príncipes y no porque hayan abierto las puertas de su palacio (nuestro, en realidad) al pueblo a través de la prensa, sino porque lo hayan hecho a una sola publicación.

Esto no va a sentar bien en el gremio. La monarquía se paga entre todos y todos tenemos derecho a disfrutar del privilegio de ser los primeros en contarlo. Como eso no puedes ser y, además es imposible, para eso está la siempre neutral agencia EFE que, además pagamos entre todos. Pero los príncipes, y esta vez no sé por quién mala asesorados, han caído en un gravísimo error. Siendo, además como es VF, una revista más cercana al glamour que a debates de Estado. Vaya, que no es la revista Parlamento.
No hay entrecomillados en el texto porque los príncipes no hablan. Y si hablan, “no podemos contarlo” Pero sí han hablado. Especialmente ella. La princesa. El equipo de Vanity Fair los ha seguido durante dos meses y los ha fotografiado, escuchado y observado. Nos trasmiten la imagen de una pareja unida, que va en el mismo barco, enamorada y que tienen muy claro su labor; servir a España. Nos repiten de nuevo que ella le pone los pies en la tierra a él porque sabe a cómo está el kilo de merluza, el bono de metro, el precio de los colegios concertados y cómo reclamar algo al Canal de Isabel II…y ahora que lo pienso, ninguna de estas cosas son de utilidad alguna para los españoles.
Se hace referencia a que Letizia ya pasa de las críticas, que se he hecho inmune. Servidora no se lo cree. Servidora más bien cree que a Letizia le importa, y mucho, el qué dirán. Porque Letizia todavía no está del todo metida en su papel porque no ha pasado el tiempo necesario para que se haya transformado su sangre en azul.

Creo que esta ha sido una decisión errónea, mal asesorada y peor llevada a cabo. Es un sí pero no, sólo la patita. Sigo sin entender el oscurantismo de esta casa. Sigo sin entender por qué los príncipes no posan para los medios públicos en navidades, cumpleaños de las infantas o aniversarios especiales, tal y como se hace en otras Casas Reales Europeas. Igual así el resto de los medios estarían más tranquilos y no habría tantas desigualdades.

Me está costando mucho trabajo digerir cómo doña Letizia no ha sabido asesorar al príncipe, ella que ha estado tanto tiempo en este gremio, y decirle que esto que ha hecho no ha estado nada bien.

Haciendo amigos…


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