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¿Estamos locos o qué?

'Esto tan raro que se llama dress code'

"Esto tan raro que se llama dress code"

lunes 15 de febrero de 2010, 11:45h

Tantas veces contó el niño de las ovejas que venía el lobo que, al final, cuando llegó, nadie le hizo caso. A mí me pasó lo mismo con los Premios Goya que, de tanto aburrirme viéndolos, dejé de contemplarlos y ayer, parece ser, no estuvieron del todo mal. Vi trozos, cuando en las otras cadenas pasaban a publi hacía zapping y huía a la primera.  Como en la estatal ya no hay anuncios, siempre me tocaba algún actor o miembro del mundo del cine.


Así puede ver algo del discurso de Alex de la Iglesia (bien, bien) o la emotiva dedicatoria de Marta Etura a su amor, Luís Tosar (las hay con suerte). Pero para comentar la gala y su guión, para criticar si los premios son o no merecidos, doctores tiene la iglesia que ya expondrán sus teorías doctas sobre el papel y harán las delicias de sus más fieles seguidores.


Hoy en facebook he mantenido una interesante discusión con mis amigos virtuales (uno de los cuales es un famosos diseñador español) sobre el dress code y cómo muchos de nuestros actores patrios se lo pasan por la peineta. Me explico para los nuevos en esto. El dress code es la manera anglosajona de referirse a cómo ha de ir vestido uno a un evento. Suele venir indicado en la parte inferior de la invitación. El de la gala de los Goya, como el de la gala de los Oscar, es de traje largo para ellas y smoking para ellos. Es muy sencillo, no tiene pérdida. Ellas con un vestido que llegue hasta los pies, ellos con un traje con pajarita y que la chaqueta y pantalón sean ad hoc, of course.


Sin embargo, por una disfunción de no sé muy bien qué tipo, por una rebeldía que no acierto bien a entender, o por vaya usted a saber por qué,  muchos de nuestros grandes y no tan grandes, artistas españoles, van hechos un adefesio a un acto que cientos de fotógrafos y cámaras recogerán ya no sólo para España, sino para el resto del mundo. Así, las hubo que confundieron el vestido de la gala con el de carnaval y aparecieron de una guisa poco recomendable.


Leyre Pajín (se ve que la moda tampoco es lo suyo) apareció disfrazada de María Antonieta en la etapa de antes de conocer a Napo y reformarse. No se sabe quién la peinó pero fue alguien del PP, fijo. También fue a la gala aconsejada por su peor enemiga, Pilar Castro, con un vestido (corto) que recordaba a las bailarinas de las cajas de muñecas…lo remató con el peinado.


Pero yo no soy experta en moda y, aunque ya es verdad que ya por fin distingo la pana del tergal, tengo poca idea de diseñadores y diseños. Lo que sí tengo claro es que no entiendo el por qué de la rebeldía de nuestros artistas para no cumplir con las normas en el vestir. Les comentaba a mis amigos del muro de facebook que si uno es invitado a una boda en Ibiza en la playa dónde se especifica: acudid de blanco, con ropa cómoda y descalzos y acude con peineta, mantilla y taconazo… (y no es la drag queen contratada por los novios para amenizar el espectáculo) corre el riesgo de hacer el ridículo. Es verdad que conservará intacta su rebeldía e independencia y romperá las normas para que todo el mundo hable de ella…en lugar de hacerlo de la novia que sería lo suyo…


El tema del smoking parece ya perdido. Salvo honrosas excepciones como Amenábar, la mayoría de los actores optan por camisetas, camisas, trajes o versiones a su manera del smoking, véase Óscar Janeada que llevaba un ejemplar propio de Ken (ex de Barbie) cuando, finalmente decidió salir del armario. Parece que lo de nuestros actores y la moda glamurosa y chic no van de la mano. Como parece que tampoco van de la mano talento y cine español, salvo, también, honrosas excepciones como Celda 211.


El cine es arte, la moda es arte y nuestro arte, como nuestra gastronomía, también se exporta. Y como se exporta, nos representa y en alguna medida, nos define. También es mala suerte que teniendo grandes diseñadores y una estupenda alfombra en la qué lucirlos, se le hagan ascos y se presenten muchos de la misma manera que vana  comprar el pan o de cañas por la Latina. Se ve que el corporativismo sólo existe dentro del límite exacto de sus fronteras.


Por cierto, Penélope, ibas bellísima pero Versace es italiano…¿no encontraste ningún diseñador español que te hiciera los honores y de paso hicieras tú patria para variar un poco? Es que, sabiendo como sabes, mujer, que vas a ser la más fotografiada y que además seguramente serás la únita noticiable de la Gala para los extranjeros...¿qué trabajo te costaba ponerte un diseño español? Luego dices que no eres profeta en tu tierra...cachis...


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