Cherubina: Tocados por el éxito

Ana García estudió Derecho, pero encaminó sus pasos hacia el mundo de la moda. El cambio de la toga por decorar cabezas le ha supuesto convertirse en una de las sombrereras de más prestigio en Andalucía; es decir, que su negocio, al que bautizó con el nombre de Cherubina, está tocado por el éxito.

“Empresaria del año” 2008, título otorgado por la Cámara de Comercio de Sevilla, Ana García se ha embarcado en otra aventura, esta vez de la mano de ISESA, Industrias Sombrereras Españolas, una fábrica de mucho postín ubicada en Salteras, Sevilla. “He apostado por la calidad local y por la internacionalización, en un período de crisis, en el que hay que distinguirse y ofrecer lo mejor al consumidor. Otros prefieren irse a China. Miguel García, director de la fábrica, se puso en contacto conmigo tras comprobar la repercusión que tenían mis diseños. Hemos firmado un contrato mediante el cual nos convertimos en la línea de señoras de ISESA. Sacamos una colección al año, mucho más comercial, en la que se incluyen pamelas, tocados, diademas y una línea de novias. Continúa siendo artesanal, pero a gran escala. En la fábrica hay más operarios y las hormas y máquinas idóneas para la producción. ISESA se encarga también de la distribución y de los pedidos, que ya están hechos. Es una manera de expandirnos y además con un sello de calidad, ya que esta fábrica no sólo tiene una trayectoria de prestigio en sus CXXV años de historia, sino que en los últimos años se ha popularizado por realizar el famoso sombrero de Indiana Jones”.

Intrusismo en la profesión

Ana García está convencida de que desde su tienda, en la calle Montecarmelo del sevillano barrio de Los Remedios, ha acercado este complemento a todo el mundo. “Se puede decir que somos la Zara de los sombreros. Las clientas además vienen a mí con plena libertad, sabiendo que no le cargamos un plus por hacerle un diseño a medida. Afortunadamente, la gente se está acostumbrando a este accesorio que favorece tanto a la mujer, siempre que sea el idóneo a su personalidad y a su cuerpo. También sabemos que en los últimos años los cachés de las bodas se miden por el número de sombreros y de tocados que haya”.

Esta diseñadora, que tiene como mano derecha a su hermana Lucía, no ahorra críticas a los intrusos que han invadido su oficio, como tantos otros. “Yo me he formado no sólo en España, sino en Londres. He investigado y he estudiado a fondo esta profesión para que ahora venga alguien y por el mero hecho de poner una flor se haga llamar sombrerero. Soy tintorera, porque tiño todas mis piezas; plumista, sombrerera, pero sobre todo empresaria, porque nadie abre un negocio por amor al arte”.

Dice Ana García que el estatus que ha alcanzado y que le ha llevado a estar presente en los blogs más punteros del mundo internauta, se debe a que elige con sumo cuidado su materia prima. “Nos la traemos del extranjero, preferentemente de Estados Unidos y de Alemania, donde se valora mucho lo artesanal. Utilizamos rafias, sisales y fieltros de seda, y para la línea de novia encajes de bolillos y tejidos muy escogidos”.

Además de la producción para su firma Cherubina, Ana García realiza la de otros diseñadores, como es el caso de las niñas Pol Núñez, que inauguran tienda en Madrid, la de Fernando Claro, que presentará su colección de ropa el próximo día 16, y la de Manolo Giraldo”.