Oxigenación

Se veía venir. Desde hace meses, el ejercicio de algunos ministros del Gobierno de la Revolución Ciudadana se mostraba intenso, con la altísima responsabilidad de sostener un proyecto que había sido apoyado en cinco jornadas electorales por una mayoría de ecuatorianos.

Mantener la obra pública en constante aceleración, cumplir los compromisos con los sectores más vulnerables, ejercer la autoridad para frenar la inseguridad, planificar un Ecuador más justo y próspero requiere de mucha transpiración e inspiración.

En ese afán, que es una carrera contra el tiempo, el agotamiento resulta natural y por ello esta oxigenación de gabinete era  una renovación anunciada. Para los ajedrecistas un solo movimiento de varios secretarios de Estado es como un gran enroque; para el común de los ecuatorianos que gustan del fútbol es como cambiar la alineación a mitad del partido.

Hoy Ecuador amanece con nuevos ministros. La tarea es difícil porque deben superar los aciertos de sus antecesores o mejorar la gestión, incluso no cometer los errores atribuidos a algunos y continuar apuntando hacia la meta diseñada.

La permanencia de algunos hombres y mujeres claves que son los puntales de este régimen se entiende porque de ellos ha dependido la estabilidad y firmeza en todo este tiempo. Hay un camino largo por recorrer y muchas promesas que cumplir.