Gripes y contradicciones 'A'

La Organización Mundial de la Salud ha admitido que se exageró la alarma por la llamada 'gripe A', y que se generó un pánico que resultó innecesario. Prueba de ello es que muchos países, incluido  España, acumularon vacunas que quedaron sin uso, y que la industria farmacéutica registró grandes ganancias a base del miedo. La letal cepa H5N1 no resultó tan virulenta como se anunció, y en los pasados mese fallecieron en el planeta, por gripes de distinta etología, el mismo número de personas que en campañas anteriores.
   
    Llama la atención cómo los intereses de las multinacionales farmacéuticas han sido capaces de fomentar una psicosis innecesaria, mientras en el Tercer Mundo se siguen muriendo niños por desnutrición y por dolencias, como la malaria, abordables con un puñado de euros.

    En el planeta Tierra siempre ocurre lo mismo: se dice “que viene el  lobo”, cuando a algunos les conviene que el lobo venga. Pero si el lobo (como, afortunadamente, ocurrió en este caso) no viene, los beneficios de los mayoristas de los fármacos están garantizados.

     Recuerden que en España se almacenaron vacunas, bajo vigilancia militar, en Burgos, y ahora se pudren en el sueño de los justos.

     Vivimos en un mundo contradictorio, donde los que crean muerte edifican hospitales, y donde la voz de alarma es un gran negocio. Cuando surgió la llamada de atención por la 'gripe A', todos elogiamos la capacidad de reacción del ministerio de Sanidad. Pero ahora, tal como reconoce la Organización Mundial de la Salud, todo quedó en una falsa alarma y en un derroche.

    Si hubiésemos optado, con esa misma rapidez e idénticas inversiones económicas, en apoyar al Tercer Mundo, a los pobres más pobres de la Tierra, otro gallo cantaría.