Navarrete y Madero, impolíticos senadores en el tema del Renaut

Navarrete y Madero, impolíticos senadores en el tema del Renaut

Octavio Lazos Velázquez

El perredista dirigente de la Cámara de Senadores, Carlos Navarrete, se equivocó. Al igual que el dirigente senatorial panista Gustavo Madero. Al tratar de “enmendarle la plana” a la Cámara de Diputados federal, en donde el PRI tiene mayoría con 237 legisladores, que dirige el experimentado Francisco Rojas y que había previsto la necesidad de ampliar el plazo del registro para teléfonos celulares, hasta por un año.

Antes de salir de vacaciones de Semana Santa, los diputados federales desde San Lázaro enviaron una minuta al Senado de la República, en donde hacían el adecuado planteamiento conforme a la realidad, para que se aplazara hasta el 2011, el famoso y mal logrado registro de teléfonos móviles que trató de implementar la Comisión Federal de Telecomunicaciones, que dirige Héctor Osuna Jaime.

El caso es que el planteamiento de los diputados federales en torno a la necesidad de aplazar el Renaut, fue “bateado” –tal se dice en el lenguaje legislativo de nuestro país-, por el Senado de la República, en donde el presidente de dicho órgano legislativo, Carlos Navarrete, de antemano y aún antes de que se lograse el consenso para lograr el aplazamiento en el registro de teléfonos móviles, había dicho “no”, lo cual se cumplió en un desgaste innecesario para el país, cuando ya en Xicoténcatl ahora en esa tan extraña mezcla electoral PAN-PRD, tomaron una determinación que mostró ya su ineficacia.

Y es que luego del plazo límite para que se registraran los teléfonos celulares, el 10 de abril, quedaron sin hacer su registro 25 millones de usuarios. Cifra que indudablemente es muy importante y que por si sola hablaría de la necesidad de que los senadores perredistas y panistas hubiesen tenido la sensibilidad necesaria para ponerse de acuerdo con una propuesta que por el bien del país, que se hacía desde la Cámara de Diputados federal, en donde la mayoría es liderada por Francisco Rojas y se planteó en tiempo y forma la prórroga al Renaut.

Pero no sólo se trató, infortunadamente, de la falta de registro en la totalidad de los celulares que funcionan en nuestro país, sino que la medida en su origen tuvo fuertes críticas por parte de diferentes sectores sociales, políticos y productivos del país, a lo cual habían sido receptivos en la Cámara de Diputados federal.

Entre los usuarios del popular servicio telefónico, había muchas dudas respecto a la eficacia con la que se estaba realizando el registro, en torno al manejo que podía dársele a la información proporcionada y respecto a la capacidad de la Cofetel, para conducir adecuadamente en los tiempos estimados hasta el pasado 10 de abril, el registro de celulares que ahora, todo mundo afirma, se convirtió en un caos.

Y es que existen 12 mil registros con el nombre del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en la Cofetel que dirige Héctor Osuna, todavía no atinan a saber que se hará con el universo de datos que se tienen, muchos de ellos fuera de la realidad y de contexto.

Desde antes que se cumpliera el plazo del registro, la empresa española Telefónica, anunció que se ampararía, para poder seguir proporcionando un servicio que está salvaguardado constitucionalmente y de esta forma MoviStar, no interrumpió las comunicaciones de sus usuarios, lo cual además no se podía hacer de inmediato, sin antes saber quienes si y aquellos que no se habían registrado.

El asunto se le complicó a la Comisión Federal de Comunicaciones, cuando el martes 13 de abril, un juez federal amparó a Telcel para que no le cancelara sus servicios a sus usuarios, que son del orden del 70 %, de quienes utilizamos  celulares en nuestro país.

Los hechos hablan y en ese sentido, la implementación del Renaut, ha sido un fracaso. Y ello lo hubieran podido evitar el perredista en el Senado Navarrete y el panista Madero.

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