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Ampliar la participación, democratizar la estética

Ampliar la participación, democratizar la estética

sábado 17 de abril de 2010, 12:45h

El pasaje de la televisión analógica al sistema de Televisión Digital (TDT) implica un cambio de paradigma comunicativo tan vasto que para dar cuenta de sus efectos no serían suficientes las páginas de este diario. El salto tecnológico que estamos dando conlleva una serie de transformaciones sociales, culturales y económicas con fuerte incidencia en la lucha por garantizar el acceso universal a los medios, así como en el combate a la exclusión digital. La nueva televisión, por ejemplo, democratizará las ventajas de la técnica, de modo que la calidad de imagen y sonido no sea sólo para aquellos que pueden pagarla. También permitirá la interactividad y multiplicará la cantidad de señales, con lo que nuevas voces históricamente silenciadas podrán hacerse oir.

La TDT es un sistema de transmisión digital que consiste en el muestreo y codificación de imágenes en un flujo de datos binarios (ceros y unos). Este sistema cabalga sobre la red de distribución de la TV hertziana analógica y puede ser recibido por las mismas antenas, con un costo de adaptación. Para que la TDT pueda ser vista, el usuario debe instalar en su casa un equipo receptor específico que descomprime la señal, que puede ser externo -conocido como Set Top Box, que se conecta al televisor convencional- o integrado, dentro del televisor.

Entre las ventajas técnicas que la transmisión de TDT presenta respecto de la televisión analógica, se destaca el incremento en la calidad de la imagen y el sonido de la señal. Esta mejora es posible gracias a mecanismos de corrección de errores que actúan incluso cuando la imagen se emite en "definición estándar" (SD), es decir, con la misma resolución que en la televisión analógica. En otras palabras, aún cuando se emita en SD, la utilización del sistema digital hace que las imágenes no pierdan calidad durante el proceso de transmisión. Cabe aclarar que nuestro Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre no utilizará la definición SD sino la ED (enhanced definition), que tiene la misma resolución pero presenta una imagen apaisada, de una relación de aspecto de 16:9, en lugar de la clásica 4:3.

Estas cuestiones no son menores. Millones de argentinos no tienen la posibilidad de acceder a los servicios de TV paga, como el cable, y en muchos casos las señales de aire analógicas se reciben con interferencias o directamente no se reciben. Aspectos que a habitantes de las ciudades nos  remiten al pasado, como los problemas de barrido, las sombras o los fantasmas, son moneda corriente en muchos lugares del país. Por eso, la nueva televisión va a suponer una suerte de democratización de la estética.
Multiplicación de canales

Otra ventaja destacable es que la televisión digital permite un uso más eficiente del canal de transmisión. Con la compresión digital de señales, el mismo ancho de banda que hoy ocupa un canal analógico (6MHz) se puede utilizar para ofrecer más canales, por lo que en una sola frecuencia entrarán entre 4 y 6 señales de baja resolución, o una de alta definición (HDTV) y otra de baja.

Además, mientras que la mayor parte de los sistemas de distribución codifican los contenidos audiovisuales con el estándar MPEG-2, actualmente estamos desarrollando el estándar MPEG-4, que reduce a la mitad la capacidad de transmisión necesaria para la misma calidad de imagen. Esto no sólo hará posible aumentar aún más la oferta de señales de TDT, sino que tendrá una incidencia directa en la televisión digital móvil: en lugar de una señal por frecuencia para el "One Seg" (como se denomina al sistema de TV portátil que puede ser recibido en teléfonos, notebooks, pantallas de automóviles y otros dispositivos portátiles) podrán emitirse dos.

Este nuevo panorama en el que despuntan nuevos canales de televisión de aire permitirá reformar el modelo de radiodifusión actual, basado en la concesión de un número reducido de licencias a operadores de tipo generalista y desarrollado en función de un sistema comercial. Así, se podrá hacer efectivo el reparto del espectro en partes iguales a organizaciones sin fines de lucro, operadores privados y estamentos estatales, como fue establecido en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Y voces que no se oyen, se oirán. La sociedad civil dejará de ser una mera espectadora para comenzar a dirigir su palabra en ese diálogo del que hoy sólo participan empresas, y se avanzará otro paso en el camino a efectivizar el derecho a la comunicación.

Ese derecho implica no sólo dar sino también recibir información plural, por lo que el Estado debe intervenir para fomentar la inclusión digital, para borrar la barrera que separa a los info-ricos de los info-pobres. Por eso, se repartirán más de un millón de Set Top Boxes entre las familias de menos recursos. Para no reproducir las desigualdades existentes en el sistema analógico, se entregarán decodificadores de alta gama que soportarán un canal de interactividad basado en protocolo TCP/IP y tendrán acceso Ethernet, además de funciones para navegar por Internet.
Interactividad

Entre las ventajas que aporta la mencionada eficiencia en el uso del canal de transmisión también se destaca el surgimiento de nuevos servicios interactivos. Las posibilidades que presentan son variadas y aplicables a distintos ámbitos, como el servicio público (gobierno abierto, teleeducación, etc.) o comercial (telebanca, telecompra); acceso a Internet; herramientas de navegación asistida y motores de búsqueda de eventos; pago por visión (Pay Per View); guía electrónica de programas ; canales de radio; visión multicámara y más.

Es importante señalar que la interactividad no necesariamente va de la mano del acceso a Internet. Es posible, por ejemplo, tener interactividad sin la web cuando se emplean aplicaciones como la guía de programación en pantalla, la posibilidad de mandar una respuesta con el control remoto en los programas de preguntas y respuestas u otros con fines educativos.
Convergencia y oportunidades

El uso de la tecnología digital trae aparejado una fluida interoperabilidad entre la TV, los equipos de telecomunicaciones y dispositivos de la industria informática. Por plantear sólo un ejemplo, los operadores de TDT pueden lanzar su propia oferta de un terminal para triple play, utilizando servicios de banda ancha y VoIP de terceros, o asociarse con operadores de telecomunicaciones para proporcionar el componente de televisión en sus ofertas comerciales.

Respecto del horizonte que la TDT abre para la industria nacional, cabe destacar que en Argentina resolvimos el dilema de la producción y emisión de contenidos generados en 50 o 60 ciclos por segundo (CPS) con la adopción de Sep Top Boxes binorma, con lo que dejamos en libertad a los broadcasters para que elijan el método que mejor se adapte a su plan de negocios (considerando que los contenidos que producen para el mercado local también son exportables y pueden tener como destino escenarios de 50 CPS, como Europa, o de 60 CPS, como Estados Unidos).

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