www.diariocritico.com
Montilla no rompe con España

Montilla no rompe con España

jueves 29 de abril de 2010, 17:38h

Confundir Cataluña con nacionalismo es un error, como lo es confundirla como una simple parte alícuota de España. Es bastante más que todo esto. Cataluña es Cataluña.

Es la primera premisa para entenderla desde fuera y también para que se entienda ella misma desde dentro. No todos los catalanes, ni mucho menos, son nacionalistas. Tampoco todos los catalanes, aún menos, se sienten una simple parte de España.

Por tanto, las simplificaciones, en un sentido o en otro, conducen irremediablemente al desconocimiento de la realidad. Y a actuar desde el Estado y desde la clase política catalana de forma inadecuada. O bien, desde el Estado, desconociendo ( o no teniendo en cuenta) que el pueblo catalán, con toda su complejidad, es un colectivo con personalidad a respetar, a tener en cuenta y a escuchar, o bien, desde los dirigentes catalanes, a olvidar su real situación (interna y externa) y sus posibilidades limitadas.

Cuando desde el miope o visceral centralismo español se extrema su visión errada y desde el egocentrismo del nacionalismo catalán, igualmente miope y visceral, se hace lo mismo, el mutuo entendimiento es imposible. Este es, en el fondo, el llamado "problema catalán" –el "problema España-Cataluña"-, que después se argumenta con motivaciones históricas, culturales, demográficas, económicas y de idiosincrasia.

En este contexto crónico, se explican las posiciones frentistas entre Cataluña-España, como la que actualmente volvemos a contemplar y vivir a raíz del nuevo Estatut y del pronunciamiento que sobre su constitucionalidad ha de hacer el Tribunal Constitucional. Se zurce un llamado "frente catalán" , bastante irreal, se dice que a favor del Estatut y contra el Tribunal Constitucional que seguramente lo recortará. Estamos, pues, en ambiente "de combate" de difícil salida, que tanto en algunos medios de Madrid como de Cataluña se magnifica interesadamente.

Surge este "frente común" precisamente, cuando desde el Gobierno y la Oposición (los dos grandes partidos de ámbito estatal) ya se han cerrado filas prematuramente en contra, y cuando ciertas formaciones políticas catalanas, quizás también apresuradamente, ya han calificado el reto parlamentario catalán de "brindis al sol" o de "pérdida de tiempo".

Esta maniobra impulsada por el 'president' Montilla (socialista) y secundada por Mas (Convergencia), es una "comedia" (según el profesor independentista Terricabras) o un "tirar la pelota hacia adelante" ( en opinión de dirigentes republicanos independentista, como Puigcercós y Ridao). Quienes comparten estas opiniones creen agotados ya todas las posibilidades de entendimiento y convivencia con España y propugnan la independencia, por ruptura, de Cataluña como única salida.

La estrategia de Montilla (no independentista, sino federalista) sería, seguramente, intentar ponerse delante de un oficial "frente comun" para encauzar las energías catalanas "anti-España" en un movimiento, no tan "frentista" como parece, ni fuera de la legalidad (léase el documento aprobado) dirigido más hacia un objetivo muy importante pero secundario, como es la composición y competencias del Tribunal Constitucional, que hacia un desafío frontal y la voladura de puentes de diálogo Cataluña-España. Valiente y arriesgada maniobra de equilibrio entre extremismo y realismo, en un clima artificialmente caldeado desde distintos frentes.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios